Cada vez son más los osos polares que debido al cambio climático acuden a la isla de Wrangel. Allí pasan en promedio un mes más de lo que lo hacían hace 20 años, por culpa del deshielo, según Eric Regehr, especialista de la Universidad de Washington.
Este otoño, los observadores censaron 589, un número “anormalmente alto” y más del doble de las estimaciones precedentes, alertó Regehr.
Según él, la población de osos polares del mar de Chukchi, compartido por Rusia y Estados Unidos, sigue “en buena salud”.
Pero eso podría cambiar si el tiempo que pasan en tierra firme sigue aumentando ya que pese a que existen algunas fuentes de alimentación -como bueyes almizcleros, roedores o incluso la hierba- nada puede sustituir el aporte energético de las focas, esencial para la supervivencia de los osos polares.