Cada 20 de marzo se celebra el ¨Día Mundial sin carne¨. Esta festividad surgió en 1985 en Estados Unidos, con el propósito de evolucionar hacia una alimentación más saludable, sin violencia, explotación ni crueldad hacia los animales.
La iniciativa, también conocida como ¨MeatOut¨, fue impulsada por FARM (Farm Animal Rights Movement) y naturalmente aterrizó en distintas partes del mundo.
En Argentina, culturalmente armamos nuestros platos centrándonos en la elección del corte de carne. ¿Pero qué pasa con el resto del menú? ¿Es la carne el centro de la cuestión? Si dejamos de incorporarla, ¿es realmente un plato completo?
Una cuestión de principios limentación vegetariana y vegana: El compromiso con los derechos animales, la sustentabilidad y la creación de una relación más amigable con el planeta, son algunas de las razones por las cuales en el último tiempo se observa una fuerte reducción en el consumo de las carnes.
Indudablemente, ya no comemos de la misma manera que hace una o dos décadas atrás. Cada vez más personas y a temprana edad eligen seguir una alimentación basada en alimentos de origen vegetal.
En nuestro país casi el 12% de la población lleva una alimentación vegetariana o vegana (medición oficial UVA – Unión Vegana Argentina/Kantar Insights Division 2020).
Priorizando la salud: Otros motivos, como la salud, nos invitan a reflexionar y a consumir menos carne o excluirla de nuestros platos.
El consumo excesivo de carnes rojas y procesadas compromete la salud cardiovascular y favorece el desarrollo de algunas enfermedades.
Comer menos carne, nos lleva a elegir otros alimentos como cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, frutas frescas y verduras. fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y menos grasas saturadas y sodio. Esto tiene un efecto beneficioso y preventivo en el tratamiento de muchas enfermedades: obesidad, diabetes, hipertensión, y disminuye el desarrollo de enfermedades degenerativas como el cáncer.
Una cuestión de precio: Tradicionalmente, la carne forma parte de la mesa de los argentinos. Numerosas preparaciones de nuestra cocina y nuestra cultura utilizan este ingrediente. En el último tiempo, acomodar el precio de la carne a la economía familiar, conduce a muchos a seleccionar este menú unas pocas veces a la semana, o en eventos especiales.
Afortunadamente, granos como legumbres y cereales integrales resultan versátiles y muy rendidores, permitiendo preparar medallones, croquetas, risottos, ensaladas, entre otros.
¿Cómo cubrir los nutrientes esenciales?
Cuando retiramos la carne de nuestro plato, es común preguntarse si los nutrientes que necesitamos siguen allí reunidos. A veces nos concentramos mucho en encontrar ¨reemplazos de la carne¨. Pero el gran interrogante es… ¿Dónde más podemos encontrar estos nutrientes?
Cuando comemos carne, incorporamos proteínas completas, vitaminas del complejo B (como ácido fólico y B12) y minerales como el hierro. Pero… ¿Es el único alimento que nos aporta todos estos nutrientes?
Para poder preparar platos bien completos, debemos prestar atención a éstos nutrientes clave y dónde más están presentes:
PROTEÍNAS: Importantísimas en la formación y reparación de tejidos como músculo, pelo, piel. Las proteínas que consumimos de alimentos de origen animal se conocen como ¨proteínas completas¨, ya que tienen todos los aminoácidos que necesitamos. Estas proteínas podemos incorporarlas directamente a través de pseudocereales o combinando ciertos granos durante el día: legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas.
HIERRO: El hierro es fundamental para la formación de los glóbulos rojos de la sangre, así como también para una correcta oxigenación de nuestros tejidos. Cuando nos falta hierro tenemos anemia. Afortunadamente, el hierro se concentra en numerosos alimentos: legumbres, quinoa, amaranto, trigo sarraceno, semillas de zapallo.
ÁCIDO FÓLICO: Es una vitamina fundamental para prevenir anemias y mantener el sistema inmune fuerte. Además es de suma utilidad para mujeres embarazadas, ya que colabora en el desarrollo del sistema nervioso del bebé. Podemos encontrarlo especialmente en garbanzos, porotos y lentejas.
VITAMINA B12: La B12 es una vitamina especial, ya que la encontramos únicamente en alimentos de origen animal. No sólo previene anemias, también colabora en el buen funcionamiento del sistema nervioso. Ayuda a mejorar la atención, concentración y memoria. Si bien podemos encontrarla en algunos alimentos fortificados, la manera más segura de incorporarla es a través de suplementos.