Científicos de Reino Unido y Estados Unidos rediseñaron una enzima que come plástico y que en un futuro podría ayudar a paliar la contaminación. Expertos de la Universidad de Portsmouth de Reino Unido y el Laboratorio Nacional de Energía Renovable del Departamento de Energía de Estados Unidos, hicieron el descubrimiento mientras examinaban la estructura de una bacteria presente en un centro de reciclaje de residuos en Japón, y que fue identificada en 2016 como un organismo capaz de alimentarse de plástico.
La bacteria ideonella sakaiensis produce una enzima (la PETasa) que es capaz de digerir el tereftalato de polietileno, o PET, un tipo de plástico patentado en la década de 1940 y que hoy se usa en millones de toneladas de envases. El PET puede persistir cientos de años en el medio ambiente y actualmente contamina grandes áreas de tierra y mar en todo el mundo.
Al descubrir que esta enzima estaba ayudando a una bacteria a descomponer, o digerir, el PET, los investigadores decidieron “ajustar” su estructura mediante la adición de algunos aminoácidos, dijo John McGeehan, profesor en Portsmouth y codirector del trabajo. Esto llevó a un cambio fortuito en la actuación de la enzima, que permitió que su capacidad de comer plástico fuera un 20% más rápido.