Alemania no permanece ajena al cambio climático. De hecho, por segunda vez en un mes las autoridades de Berlín debieron declarar el estado de emergencia por las fuertes lluvias que anegaron las calles de la ciudad.
El Departamento de Bomberos de la capital no dio abasto ante tantas llamadas de emergencia: en una hora y media tuvo que desplegar 185 intervenciones. En la región del Lago Constanza, en tanto, la tormenta causó el cierre de rutas ferroviarias a causa de desprendimientos y de árboles caídos.
Según el Centro Helmholtz de Oceonografía, el país deberá acostumbrarse a esta clase de fenómenos climáticos. “Llevamos tiempo advirtiendo sobre los rápidos cambios de calor y sequía a lluvias torrenciales, algo que se ha hecho más evidente este año”, aseguró Mojib Latif, investigador del organismo.