Desde el lunes 25 y hasta el domingo 31 de julio, se celebrará en Argentina la cuarta edición de la “Semana de la No dulzura”, una campaña de bien público que emerge de la sociedad civil con el propósito de generar conciencia sobre la importancia de moderar el consumo de azúcar y promover una mejor educación alimentaria para prevenir enfermedades crónicas no transmisibles.
La campaña de este año se propone complementar la Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos, promulgada en noviembre de 2021 y reglamentada en marzo de 2022, con mayor educación y concientización pública. La nueva ley aportará a los consumidores información clara, oportuna y veraz sobre el valor nutricional de los alimentos y, entre otras cosas, mandará al frente al azúcar que hoy se esconde entre más de 50 nombres diferentes. Pero la eficacia disuasoria de los sellos depende, entre otros factores, del grado de consciencia de la ciudadanía sobre la importancia de evitarlos. Por eso, la propuesta de este año es mostrar frontalmente que el exceso de azúcar enferma y mata.
“En Argentina consumimos 115 gramos de azúcar diarios por habitante, el triple de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud, que va de 50 gramos (como límite firme) y 25 gramos para obtener beneficios adicionales. El azúcar es un ingrediente barato para las industrias y aporta más sabor a los productos, pero no es saludable para la población. Favorece la obesidad y otras enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes tipo 2, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y enfermedades cerebrovasculares, que en su conjunto constituyen la primera causa de muerte en el país”. Luciana Paduano, nutricionista miembro de AADYND (Asociación Argentina de Nutricionistas y Nutricionistas Dietistas)
La Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos ya sancionada establece también que cualquier alimento que tenga un sello no se va a poder vender dentro de los entornos escolares. Además, establece que el Consejo Federal de Educación deberá promover la inclusión de actividades didácticas y políticas que establezcan los contenidos mínimos de educación alimentaria nutricional en los establecimientos educativos de nivel inicial, primario y secundario del país.
Proteger a las infancias también es uno de los objetivos de la Semana de la No Dulzura. Por eso, además de mandar el #AzucarOcultoAlFrente, en esta cuarta edición incentiva la elaboración de un proyecto de ley sobre #EducaciónAlimentaria en los colegios, el mismo año en que se promulgó la Ley de Educación Ambiental, que tanto festejamos.
“La ley de etiquetado frontal es importante para entender toda el azúcar que esconden los paquetes de comestibles ultraprocesados. Es indignante que a los chicos y chicas los expongamos a este bombardeo, que todo el entorno aliente la obesidad infantil. Necesitamos volver al azúcar natural, al de las pasas o la fruta, al que no viene en envases para empezar a sanar”, explica Nito Anello, cofundador de zafranito, una marca orgánico para las infancias que promueve hábitos honestos.