El panorama minero en suelo chubutense es particular: mientras la legislación restringe la extracción a gran escala y hay una gran presión social contra la actividad, las empresas confían en que el Gobierno provincial promueva la reactivación y ven con buenos ojos el apoyo que Petrominera está brindando a la minería de segundo orden.
Aunque aún se encuentra lejos de permitir la minería a gran escala, que a nivel provincial está en stand by desde hace más de una década, Chubut ha dado un paso que genera expectativas entre las grandes firmas del sector. A través de la estatal Petrominera, el gobierno de Martín Buzzi promoverá una serie de emprendimientos extractivos de minería de segunda y tercera categoría en la zona más desfavorecida de la provincia: la Meseta Central.
Destinadas a poner en valor rocas y materiales para la construcción, las iniciativas en cuestión apuntan a motorizar el desarrollo económico y laboral de distintas áreas rurales de la Meseta, tales como Paso del Sapo, Tecka, Las Plumas, Gastre, Colán Conhué, El Escorial y Telsen. La concreción de estos proyectos, bien recibidos por los defensores de la minería metalífera y uranífera (que ven en esta decisión gubernamental un principio de avance para destrabar la situación del segmento), implicará una inversión final de más de 10 millones de pesos. Dicha suma procederá del Bono para el Desarrollo de Infraestructura del Chubut (BODIC).
La extracción a gran escala se encuentra prohibida por ley desde 2003. Los proyectos exploratorios de envergadura que siguen esperando el levantamiento de la prohibición normativa para entrar en producción minera dentro del territorio chubutense suman 135. Entre los principales se destacan los uraníferos Cerro Solo y Laguna Colorada, en manos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA); los auríferos El Peñón (a cargo de Yamana Gold), Huemules y Nahuel Pan (pertenecientes a Patagonia Gold); y el de plata y plomo Navidad (bajo el control de Pan American Silver).
Debe destacarse que la provincia descubrió recientemente un importante acuífero en la Meseta Central, el cual -ante un eventual relanzamiento del sector- garantizaría la provisión hídrica de las grandes mineras. El hallazgo fue realizado por la firma de servicios hidrogeológicos y ambientales Hidroar.
Propuestas en marcha
No parece haber intenciones firmes por parte del gobierno de Buzzi de reabrir el debate sobre la minería a gran escala en el corto plazo, pero no son pocos los ejecutivos mineros que, off the record, aseguran que hay buena voluntad de las autoridades al respecto, y que sólo se está esperando el momento adecuado para hacerlo.
El testimonio más jugado, en ese sentido, estuvo a cargo del presidente ejecutivo de Pan American Silver, Geoff Burns, quien admitió públicamente mirar con optimismo el futuro del sector en Chubut.
Burns habló de un “avance en una dirección positiva” en cuanto a las conversaciones en curso con las autoridades provinciales. “Asimismo, a nivel nacional se han registrado mejoras significativas, en términos de atractivo, para los inversionistas. La promoción de un entorno más favorable y la devaluación del peso han tenido un impacto positivo en el costo de los insumos para las mineras”, completó.
Volviendo a las iniciativas de segunda y tercera categoría apoyadas por Petrominera, una de las más avanzadas se sitúa a 150 kilómetros de Esquel, cuya comunidad rechazó la instalación de Meridian Gold, antecedente directo de la normativa limitante. Se trata de Paso del Sapo, que albergará una planta de corte y pulido de piedra. “Allí, una cooperativa local trabajará con la roca denominada ‘Piel de Tigre’, muy demandada por el mercado nacional de la construcción”, explicaron técnicos del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), entidad que próximamente dejará de importar dicho insumo desde otras provincias.
“En base al aprovechamiento de estos recursos, no sólo facilitaremos la materialización de complejos habitacionales con fines sociales, sino que también generaremos fuentes de empleo genuino en la Meseta”, destacó Oscar Cretini, titular de Petrominera.
En Tecka, en tanto, se llevará a cabo otro proyecto vinculado con la industria de la construcción: la explotación de piedra caliza. Y en Las Plumas, donde ya se emprendió la refacción de caminos y accesos, el objetivo es poner en valor la llamada piedra Toba mediante la producción de bloques autoportantes que podrán ser utilizados como mampuestos.