Líder mundial en generación de energías renovables, China suele sorprender con iniciativas únicas e innovadoras. La más reciente es la construcción de una planta solar con forma de oso panda gigante.
Esta nueva central fotovoltaica, situada en la ciudad de Datong, al noreste del país, fue diseñada por China Merchants New Energy Group, en el marco del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP, por sus siglas en inglés).
La instalación ocupa una extensión de 250 hectáreas y tiene una potencia inicial de 50 megawatts (Mw). En una segunda instancia el complejo sumará otros 50 Mw de capacidad. En 25 años de vida útil, permitirá reducir 2,74 millones de toneladas de emisiones de carbono.