Recientes casos de ántrax en el extremo norte de Rusia revelan el peligro sanitario del deshielo del permafrost, la capa del suelo congelada que contiene virus dañinos, algunos desde hace milenios. Como consecuencia de ello, un chico murió y otras 23 personas enfermaron en julio de carbunco (o ántrax) en la península de Yamal, que se encuentra a 2.500 km de Moscú. Un dato: hacía 75 años que la enfermedad había desaparecido de la región.
De acuerdo a los científicos que están estudiando la situación, la reaparición del virus podría deberse al descongelamiento de un cadáver de reno que murió de ántrax décadas atrás. Una vez liberada, la bacteria mortal (un bacilo) infectó numerosas manadas de renos.
Al respecto, Boris Kerchengoltz, investigador del instituto ruso sobre los problemas biológicos del permafrost, advierte que el proceso puede repetirse. La temperatura en Rusia aumenta 2,5 veces más rápido en promedio que en el resto del mundo, y en el Ártico el cambio todavía es más veloz.
En Yamal, península poblada sobre todo por ganaderos nómadas y situada entre el mar de Kara y el golfo del Obi, las temperaturas fueron 8°C más altas de lo normal para julio, al rondar los 35°C.