El Gobierno nacional buscará dinamizar la matriz del transporte de cargas y de pasajeros que intensifique la utilización del Gas Natural Comprimido (GNC), para lo cual se proyectan “corredores verdes” en las principales rutas del país que garanticen el abastecimiento de las flotas de camiones y buses.
A través de los ministerios de Transporte y de Desarrollo Productivo y del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) se viene promoviendo la implementación del gas en varios proyectos con destino al transporte público de pasajeros, camiones recolectores de residuos y propulsados a GNC de larga trayectoria industrial en el país, aunque también a Gas Natural Licuado (GNL).
Esta transformación de la matriz que busca diversificar el dominio de los combustibles fósiles en el transporte se impone con la premisa de preservar el medio ambiente, disminuir los costos de la logística del país, sumar valor agregado a la producción industrial y tecnológica local e incluso mejorar la balanza comercial, según consigna Télam.
Pero también el desarrollo de estos combustibles menos contaminantes es una de las alternativas de generación de demanda para el gas incremental de Vaca Muerta, ya que se estima que el desarrollo del nuevo esquema permitiría pasar de la actual demanda de casi 7 millones hasta los 23 millones de metros cúbicos diarios.
En este sentido, y además de estar adecuando las normativas técnicas necesarias, el Enargas está “delimitando un Corredor Verde del GNC con la identificación de puntos de carga, destinados al abastecimiento de vehículos pesados”.
El desarrollo de corredores verdes para transporte pesado y buses a GNC incluye hasta el momento todas las autopistas de acceso a la ciudad de Buenos Aires; las autopistas de las rutas nacionales 7, 9 y 12; las autopistas a La Plata y a Mar del Plata, y Ezeiza-Cañuelas; la autovía ruta nacional 14 y una veintena de rutas nacionales y provinciales.
“El fin es facilitar la seguridad del repostaje e incentivar la apropiación de estas nuevas tecnologías aprovechando las numerosas estaciones de carga de GNC, que resultan de las más extensas en comparación con otros países”, explicó María Fernanda Martínez Linares, gerente de Gas Natural Vehicular del Enargas.
El trabajo, que se lleva adelante en diálogo con entidades privadas como la Cámara Argentina de Productores de Equipos Completos de Gas Automotor (Capec) o la la Cámara de Expendedores de GNC, prevé la necesidad de adecuaciones en las estaciones de servicio para la carga de camiones y buses.
Se plantea la necesidad de garantizar una distancia máxima de 350 kilómetros entre cada estación para la autonomía de desplazamiento a todas las regiones del país, pero a la vez integrada a la red de los denominados corredores azules, es decir de carga de GNL.
A nivel internacional, hay una tendencia a promover la descarbonización de los medios de transporte -no sólo por carretera sino también en ferrocarriles y puertos-, ya que se estima que entre un 30% y un 40% es utilizado para desplazar productos de consumo, con un nivel de emisiones muy relevantes en orden del 14% del total.
Martínez Linaes reseñó que “no sólo el GNC y el GNL son mucho más económicos que otros combustibles líquidos, sino que su mayor demanda permitiría pensar en un punto de equilibrio de costos de producción que apalanque las inversiones en exploración y producción de Vaca Muerta, con una demanda constante durante todo el año, sin picos ni valles”.
“También permitiría reemplazar importaciones de combustibles líquidos, sobre todo gasoil, disminuir los subsidios al transporte si se enfoca en el desarrollo de buses de pasajeros urbanos, contar con menores efectos contaminantes de emisiones de dióxido de carbono (CO2) casi nulas y acompañar el desarrollo de una entramado industrial de larga historia en el país”, aclaró la especialista.
Es que en la Argentina existen unas 2.200 estaciones de carga de GNC, expandidas en 500 localidades de 20 provincias, para un parque automotor de 1,8 millón de vehículos convertidos, con el potencial de incorporar puntos de cargas en regiones como la Mesopotamia, el Noroeste y la Patagonia, pero además de extender los corredores a los principales pasos con Chile y Brasil.
Que el 80% de la circulación de mercaderías del país se realice por camiones y casi un 70% en la región pampeana explica esta primera etapa de corredores verdes viales, pero la idea oficial es también encarar el desarrollo en los cascos urbanos para garantizar el abastecimiento a camiones de residuos, y el entramado del transporte de carga local y transporte público de pasajeros.
Las proyecciones del proyecto también destacan que se podrá promover el incremento del actual 12% del parque automotor convertido a GNC a un 23% del total circulante, a mediano plazo, incluyendo camiones, pesados, transporte interurbano y urbano.
Pare este desarrollo el sector público y el privado están trabajando en el desarrollo de normativas como la ya vigente NAG-451 que habilita los vehículos importados, propulsados mediante el uso de gas natural, o la NAG-452 que se espera en breve para los transportes de fabricación nacional.
También se anticipa la modificación de las condiciones de seguridad en los puntos de carga regidas por la norma NAG-418, que permita aggiornar las estaciones de servicio del corredor verde para el repostaje de unidades más voluminosas como buses y de vehículos pesados, lo que incluye la necesidad de poder suministrar alto caudal en menores tiempos.