El equipo de fiscalización de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), encabezado por el director ejecutivo de Gestión, Daniel Larrache, y el director General Ambiental, Bruno De Alto, realizó una inspección en el establecimiento Camilo Ferrón, de Villa Fiorito, Lomas de Zamora, donde se encontró una conexión clandestina para volcar el efluente de la industria sin tratamiento, lo que dio lugar a la clausura del vuelco y a una multa económica.
A partir de una inspección de rutina que se llevó a cabo el día martes, el cuerpo de fiscalización de ACUMAR detectó, en primer lugar, que la empresa disponía de un tanque con efluentes no tratados, que funcionaba como dispositivo de almacenamiento para el posterior vuelco clandestino, en ese momento se procedió a clausurar dicho tanque sin poder dar aún con el vuelco ilegal.
Al día siguiente, se continuaron las tareas de fiscalización. Durante varias horas, se revisó el establecimiento hasta corroborar que el tanque depositario de los efluentes industriales, hallado la jornada anterior, tenía una conexión clandestina a través de la cual se vertía al río de manera irregular. Así, los efluentes eran descargados directamente en los conductos pluviales que desaguan en el arroyo Unamuno, a pocos metros de su desembocadura en el Riachuelo.
Por este motivo, el miércoles 13 de julio se efectuó la sanción a la grasera y se instó a la misma a que ejecute su Plan de Adecuación Ambiental.
Camilo Ferrón es un establecimiento del rubro alimenticio que produce grasa vacuna refinada y que abastece a la industria dedicada a la fabricación de panificados, repostería y derivados.
La empresa se encuentra en el listado de Agentes Contaminantes, motivo por el cual se le realizaba un seguimiento particular y se la había intimado a presentar un Plan de Adecuación Ambiental tipo B, que ya fue presentado y se encuentra en evaluación por ACUMAR. Este tipo de plan, una vez aprobado por el organismo, otorga un plazo de seis meses para implementarse, a los fines de regularizar su situación y que la Autoridad de Cuenca pueda, finalmente, verificar que la producción se realiza dentro de la normativa vigente.