Ecoplas, asociación civil sin fines de lucro especializada en plásticos y medio ambiente, lanzó, el 5 de mayo, su manual “Los plásticos en la economía circular”, que se presenta como un recurso educativo de gran valor dentro del contexto actual y advierte sobre la necesidad de crear una cultura sustentable a largo plazo, reforzada por la educación y un consumo cada vez más consciente y responsable. En este sentido, Verónica Ramos, directora ejecutiva de Ecoplas, dialogó con Pablo Gago en el programa Futuro Sustentable, por AM 1220.
Futuro Sustentable: El manual que presentaron sirve como material de referencia para entender el buen uso de los plásticos ¿Cierto?
Verónica Ramos: Exacto. El manual lo decidimos hacer para que sea un conocimiento abierto y colaborativo. Para que todos podamos aprender lo que es la economía circular, terminar con el modelo lineal de producción, consumo y descarte, y pasar a la economía circular, donde no hay residuo plástico, sino que es un recurso que se transforma en otra e ingresa al sistema productivo. Nosotros, tanto a nivel nacional como internacional, estamos trabajando para generar oportunidades con innovación y desarrollo, y esto genera empleo. Decimos que “no hay plástico malo, sino plástico sin reciclar”.
FS: ¿Es un desafío solamente industrial o social el de entender la economía circular?
VR: Creo que el desafío es de todos, lo tenemos que trabajar todos juntos. Primero, faltan políticas públicas o una ley nacional de responsabilidad del productor, como existe en Europa hace más de 25 años. Lo que generaría es un flujo constante de residuos de todo tipo de materiales. Eso produce un volumen para que las cooperativas puedan acercarlos y venderlos a la industria recicladora. A su vez, esta industria vuelve a hacer materia prima y se hacen productos finales. Fijate en esta cadena la generación de valor que se hace y el trabajo que puede llegar a producir. Pensemos que, hoy en día, la industria plástica argentina tiene un 50% de capacidad ociosa. Eso es preocupante y, al mismo tiempo, es una oportunidad, porque esta capacidad ociosa tiene que ver con que los ciudadanos separamos pocos residuos. Hoy por hoy, es voluntarista, depende del municipio. Ahí se vuelve a encender la alarma de la política pública. Estaría bueno que haya una ley nacional que nos organice a todos y así la industria pueda hacer inversiones, que da trabajo. Esto tiene un impacto medioambiental, de empleo y de desarrollo productivo. Nuestra mirada, desde la economía circular, involucra a todo este círculo virtuoso. Tenemos que trabajar entre los gobiernos, las ONG´s, los ciudadanos y las empresas privadas para poder reconvertirnos hacia esa oportunidad.
FS: Me parece que no todo el mundo comprende la importancia de las cuatro R (erres).
VR: No, no todos entienden las cuatro R (Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar) y también ponemos en perspectiva el tema de repensar cómo las industrias están viendo el tema de los envases. Nosotros otorgamos una certificación gratuita (“La Manito”) a todas las empresas que nos envían un envase. Lo mandamos a un laboratorio y, si es mono-material, otorgamos la certificación y se puede poner en el tacho de los reciclabes. Creo que tenemos que repensar desde todos lados, todos podemos colaborar. El manual nos ayuda a pensar al plástico de una manera más profesional, técnica y científica. En Ecoplas, entendimos que no hay nada mejor que compartir conocimiento para aprender juntos y encontrar las oportunidades.