El 30 de noviembre de 2019 se terminó el contrato de operación entre Veolia y Aguas Bonaerenses S.A. en la Planta Potabilizadora Ing. Donato Gerardi, que preveía dos años de duración para tareas de rehabilitación de instalaciones y su operación en simultáneo, más un año adicional de operación del servicio de producción. Durante este período, el equipo gerencial de técnicos e ingenieros de Veolia trabajaron codo a codo con todos los profesionales y trabajadores de ABSA que venían operando la planta, optimizando resultados y plazos.
Hace alrededor de tres años ABSA tomó la decisión de rehabilitar la esta planta localizada en Punta Lara, que abastece al 60% de la ciudad de La Plata, y la totalidad de las localidades Berisso y Ensenada. En 2017, por falta de inversión y mantenimiento, se encontraba en situación crítica con posibilidades ciertas de dejar sin agua durante semanas a los vecinos.
ABSA llamó a licitación y adjudicó el contrato al grupo Veolia, que comienza los trabajos a principios de 2017. Para Veolia, el mayor desafío fue lograr la rehabilitación de la Planta en ese estado, garantizando su operación y trabajando con el personal operativo de ABSA, expuestos al riesgo de que colapse operativamente antes de su salida de estado crítico e incluso que no soporte estructuralmente. Pero su desarrollo exitoso rompe el paradigma de la construcción de obras sin operación que por falta de la misma terminan rápidamente arruinadas.
En una primera etapa, se pusieron en valor las instalaciones civiles, realizando mejoras que permitieron un aumento en la capacidad de producción, sin construcciones adicionales. Se realizaron las reformas edilicias, arreglos de fisuras, renovación de toda la instalación eléctrica, incluyendo cinco subestaciones, y la repotenciación de todo el sistema de bombeo.
Otro reto no menor fue el compromiso de Veolia de aumentar la capacidad de producción de la planta en al menos un 50%. Al inicio del contrato, la planta se encontraba con una capacidad nominal en el orden de 8.000 m3/h. Veolia amplió esa capacidad y realizó este importante y desafiante trabajo de rehabilitación, gracias a la incorporación de tecnologías que contribuyen a la eficiencia de la planta, diseños de ingeniería innovadores y sólidos y la integración de todas las personas que trabajaron con profesionalismo y dedicación.
Se utilizaron motores y drivers de mucho mayor eficiencia energética, y se instaló un sistema SCADA (Supervisory Control and Data Acquisition) para el control de todo el proceso, que redunda en un aprovechamiento más eficiente de todos los recursos, energéticos, químicos y de agua procesada. Se redujeron cada día las probabilidades de falla por reemplazo de equipos tales como interruptores de media tensión, unidades de desinfección, refrigeración de bombas, iluminación exterior, interior, de proceso y se mejoraron drásticamente las condiciones de seguridad e higiene implementando mejoras en las instalaciones, así como los elementos de protección personal.
Se realizó el análisis de riesgos potenciales para establecer las prioridades de cada día, y recursos extraordinarios de mantenimiento, más allá de los materiales, porque el esquema de la Planta no era adecuado ni en organización, ni en cantidad ni en formación de gran parte del personal. Se establecieron nuevas políticas de integración y capacitación de los colaboradores, así como medidas de seguridad y prevención de accidentes.
En cuanto a los aspectos técnicos que generaron una actualización tecnológica y un beneficio tanto para la eficiencia de los procesos como para las condiciones laborales de los operadores, el cambio en las unidades de decantación es muy importante. Actualmente, los equipos permiten realizar una limpieza permanente del lodo generado en el proceso, frente al vaciado total de los antiguos decantadores que, cada 10 o 15 días, implicaba la salida del equipo de servicio, el lavado manual que debían hacer los operadores en cualquier condición climática y la salida de producción de la unidad con la consecuente caída de capacidad de la planta. Hoy, el decantador nunca para de trabajar debido a que fue equipado con un sistema de barredores automatizados. Para poder montarlos sobre la estructura anterior, se hizo un relleno en el fondo de los piletones para nivelar la superficie y permitir que los nuevos barredores de acero inoxidable se desplacen sin inconvenientes.
La tarea implicó estudios estructurales y análisis de la BAT (Best Available Technology) para lograr el relleno de unos 2500 m3 de hormigón con densidad controlada (con el agregado de esferas de poliestireno) obteniendo una carga similar al del agua y evitando así cualquier tipo de sobrecargas estructurales. Este proceso está controlado por el sistema SCADA. Y adicionalmente, se incorporó un sistema lamelar con seditubos que aumenta la capacidad de sedimentación en un 50% y con mejor calidad de agua decantada.
Otra reforma importante se realizó en los filtros. Se modificó totalmente el sistema original, transformándolo en un modelo VEOLIA Filtraflo F, con una capacidad de filtrado al menos un 50% superior al anterior y con un sistema de retrolavado agua-aire a caudal controlado. Para ello, se retiraron todas las antiguas cañerías de lavado, el manto filtrante, y se colocaron cañerías de PVC con toberas para la distribución del agua de manera pareja a presión, se realizó la instalación de sopladores de aire, con todo su cañería de distribución hasta el fondo del filtro, y la renovación de todo el sistema de lavado por agua con caudal controlado. Mediante este proceso, el filtro recupera su capacidad filtrante para lograr mejor producción de agua en 13 minutos promedio por filtro (tiempo de lavado) y se ha colocado caudalímetro y válvula de control para que todos los lavados sean constantes.
Detrás de éstas y muchas otras tareas, estuvo el equipo humano que consolidó una nueva cultura de trabajo, logrando cada día un delicado equilibrio, y que fue mejorando su performance gracias a decisiones acertadas y un fuerte compromiso que involucró a todo el personal. La capacitación e integración de las personas fue, sin lugar a dudas, la principal clave del éxito de este proyecto.
Con innovación tecnológica adecuada, gran trabajo de equipo, timing ajustado diariamente, soluciones ad hoc y equipamiento de alta calidad se logró un gran objetivo: rehabilitación de la Planta, aumento de capacidad un 50%, mejora notable de la calidad de agua, confiabilidad, eficiencia de todos los recursos, todo eso sin interrumpir ni un solo día el servicio.
Se partió de una planta al borde del colapso y contrarreloj se logró automatizar y renovar el proceso, dando como resultado una planta totalmente reconstruida y en condiciones óptimas de funcionamiento, reinaugurada en abril de este 2019.
Algunas cifras:
- 15.000 m3/hora es la capacidad de producción de agua potable establecida como objetivo
- De 40% a 60% se logró aumentar el área de cobertura
- 7,50 m/hora es la nueva tasa de filtración con la nueva tecnología con capacidad para lograr valores hasta 12 m/h (filtros Veolia Filtraflo FTM)
- 225.000.000.000 litros (Feb-2017 a Nov-19) es la cantidad de agua potable producida
- 621.000 ensayos es la cantidad de análisis realizados
- Tiempo lavado filtros de 13 minutos: se redujo substancialmente el tiempo de lavado de filtros (optimizando en consecuencia la producción de agua) y logrando ciclos de lavado hasta 40 hs, debido a un eficiente lavado de aire+aire/agua+agua
- NTU 1: se optó por una mejora substancial en la calidad de agua (2 NTU es lo requerido por Ley Nº 11.820 – Marco Regulatorio para la Prestación de los Servicios Públicos de Provisión de Agua Potable y Desagües Cloacales en la Provincia de Buenos Aires (NTU: Unidades Nefelométricas de Turbidez).
- 16 manuales se elaboraron para procedimientos de Operación de Planta
- Limpieza cisternas de agua potable: se efectuó la limpieza total de las 2 cisternas de unos 22500 m3 cada una. En total fueron 20 jornadas netas de lavado por cada cisterna con 7 personas dentro de cisterna más todo el equipo de apoyo, vigías, operadores de bomba, etc., logrando en todo momento planta en producción normal.
En síntesis
El 30 de noviembre de 2109 finalizó el contrato de Rehabilitación, mejoramiento y operación de la Planta Potabilizadora Ing. Donato Gerardi entre ABSA y Veolia. El proyecto tuvo un enorme valor agregado, en términos de economía circular, para la población de la zona, para la empresa prestadora del servicio, el gobierno provincial, la empresa operadora y los proyectos de saneamiento en general, ya que evitó dejar un pasivo ambiental en la Provincia, beneficiando a 800 mil habitantes con mayor suministro de agua potable y mejor calidad de servicio, facilitando el acceso a un recurso vital para la población.
El estado en que estaba la Planta la conducía inexorablemente a una salida de operación, con un enorme perjuicio a la comunidad ya que es la única fuente de agua de superficie en la zona. Sin embargo, se logró rehabilitar sin interrumpir el servicio.
Simultáneamente, se realizó la potenciación de sus instalaciones, que aseguran una producción mínima del 50% superior a la inicial. Asimismo, se mejoró la calidad, garantizando estándares más elevados a los que exige la legislación nacional. La turbiedad permitida por el Código Alimentario Argentino es 2 NTU, y con este proyecto se asegura 1 NTU.
El proyecto tuvo como resultado:
• Una mejora en la capacidad de la planta potabilizadora, incrementando la oferta de agua original, de 8.000 m3/h a 15.000 m3/h
• Los trabajos permitieron elevar el estándar de calidad del agua producida, reduciendo a la mitad la turbiedad objetivo del agua (de 2 a 1 NTU).
• Una modernización de los equipamientos y procesos implementados.
• Una extensión de la vida útil de las instalaciones que fueron reparadas, acondicionadas y renovadas en cuanto a su obra civil.
• Un aumento de la confiabilidad del equipamiento electromecánico, que fue renovado en su casi totalidad.
• Importantes mejoras en las condiciones de seguridad e higiene para los trabajadores
• La posibilidad de proveer a los habitantes de un agua de mejor calidad.