A través de ‘ReVuelta’, Cervecería y Maltería Quilmes apuesta por la capacitación, la expansión y el desarrollo de toda su cadena de valor. De acuerdo con Vanesa Vázquez, directora de Sustentabilidad de la firma, la idea es contribuir con la potenciación de una red de más de 5.000 empleados directos y 100.000 indirectos.
Según Vanesa Vázquez, directora de Sustentabilidad de la empresa, al concebirse un modelo de negocio desde la economía circular debe pensarse todo el proceso de desenvolvimiento corporativo. “En ese sentido, lo que buscamos es potenciar a nuestros proveedores, mejorar nuestros servicios y productos para optimizar nuestra oferta a los consumidores”, resume en diálogo con Revista Futuro Sustentable.
El programa ‘ReVuelta’, apunta, comenzó este año. “Lo venimos desarrollando en alianza con el Ministerio de Producción de la Nación y otros socios como Sistema B. Tiene como pilares de trabajo la capacitación (orientada a los empleados a partir de una política de abastecimiento responsable), la expansión (orientada a la búsqueda de herramientas para encontrar proveedores nuevos, flexibles, distintos e innovadores) y el desarrollo (que contempla una guía de buenas prácticas para grandes proveedores y el lanzamiento de ‘Mide lo que importa’ para pequeños, entre otras acciones)”, puntualiza.
La disponibilidad de las políticas públicas del Gobierno, señala, favorece el desarrollo de PyMEs y emprendedores, lo que puede ser aprovechado por Quilmes para aumentar su base de proveedores. “La articulación público-privada es fundamental en la materia. Hay que tener en cuenta que un 70% de la economía argentina está basada en el desempeño de las PyMEs. Como compañía líder e industria de industrias (con una red de más de 5.000 empleos directos y 100.000 indirectos), nuestra intención es motorizar el crecimiento de tan importante segmento”, asegura.
En su opinión, la mejor manera de expandir la matriz de compras es modificar la condición de pagos. “Esta flexibilización le otorga mayor fluidez económica a los proveedores, lo que ayuda especialmente a PyMEs y emprendedores”, remarca.
A su criterio, la sustentabilidad se impondrá cuando forme parte del negocio siendo absolutamente colaborativa, cuando el bien común sea priorizado por sobre los intereses particulares. “En ese sentido, un montón de empresas de distintos rubros ya expresaron su interés en aplicar este modelo”, destacó.
¿Este modelo de economía circular llegó para quedarse?, preguntamos a Vázquez.
Sí, pienso que ya está instalado y es la manera que elegimos como compañía de hacer negocios. Pero también creo que tiene un montón de posibilidades de crecer.
Cuando hace 120 años se ideó un envase retornable que pudiera usarse 29 veces y luego reciclarse, esa innovación trajo aparejados otros múltiples avances (en materia de logística, de uso de recursos, de ingredientes, etc.).
El fortalecimiento de la cadena de valor que estamos impulsando ahora seguramente se perfeccionará y seguirá desarrollándose con el tiempo. Queremos, por caso, seguir incorporando productores agropecuarios de cebada y sumando distribuidores a puntos de venta.
¿Qué esfuerzos realiza Quilmes para cuidar el medio ambiente?
Para el período 2012-2017 nos planteamos ocho grandes objetivos ambientales que van desde la reducción del consumo de agua y la protección de las cuencas hídricas hasta la promoción de la eficiencia energética.
También procuramos disminuir el nivel de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en la logística, para lo cual trabajamos en el desarrollo de diferentes tecnologías de heladeras.
Por otro lado, buscamos fomentar la reciclabilidad. Alcanzamos casi un 99% de reciclabilidad en subproductos (y no sólo queremos acceder al 100%, sino también añadirle más valor a los mismos).
En cuanto al packaging, el uso de botellas retornables que promovemos es un hábito positivo desde lo ambiental y desde lo económico.
Es fundamental, en todas estas propuestas, el rol de los empleados como agentes de cambio. Por eso trabajamos permanentemente en términos de capacitación en la operación. Y atamos el cumplimiento de los indicadores a los objetivos personales de nuestros empleados (lo que reafirma su compromiso). Creemos que si el personal no tiene internalizada esta política, es muy difícil implementarla.
Abarcamos, en definitiva, múltiples aspectos del desarrollo sustentable desde la semilla inicial hasta la botella que llega al consumidor. Y este año estamos discutiendo los nuevos objetivos a plantear. Ya nos pusimos como meta, de hecho, la utilización de un 100% de energía eléctrica renovable en la producción.
Y, dado que la tecnología se renueva constantemente y la posibilidad de mejorar los indicadores está siempre abierta, también venimos explorando diferentes iniciativas de energía calórica (de biomasa, biogás y recuperación de efluentes).
¿Cuál es el desafío que plantea la huella de carbono en la logística?
Nos propusimos reducir un 35% las emisiones de CO2. Para lograr ese porcentaje instrumentamos diversas iniciativas. Una de ellas se basó en la disminución del peso de los camiones (a partir del menor peso del packaging secundario, de la implementación de acero aireado para determinadas partes específicas, del estudio de las rutas y la búsqueda de mayor eficiencia en los trayectos, etc.).
También apostamos por la logística inversa, la colaboración con otras compañías, la utilización -en la medida de lo posible- de trenes (por ejemplo, a Mendoza) y el consumo de biodiesel (que empleamos desde hace dos años en 150 camiones).
Además de estas interesantes experiencias estamos explorando otras opciones. No nos cerramos en esta receta de éxito. Proyectamos que los avances tecnológicos nos permitirán contar próximamente con camiones eléctricos.
¿El consumidor entiende que es una pieza clave de este modelo?
Desde siempre el consumidor compró la cerveza en envase retornable, que -como ya quedó dicho- permite su reutilización 29 veces (y después se recicla). Se trata de un hábito verde que está saludablemente instalado. A través de nuevas herramientas estamos trabajando para sostenerlo.
No solamente la marca Quilmes trabaja con envases retornables: también lo hacen 1890, Stout y otras alternativas.
Procuramos difundir más entre los consumidores los beneficios ambientales que aportan ciertos productos. Una muestra muy importante de esto fue el lanzamiento el año pasado del ‘Pacto Porrón’ y su continuidad durante esta temporada a un precio accesible.