Por Ayelén Ciarlo – Miembro del Área de Prensa en el Centro de Desarrollo Sustentable GEO, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires
Disfrutemos de la naturaleza sin dañarla siendo un buen turista sustentable.
Llegan los días más calurosos, y queremos comenzar a planificar nuestras vacaciones. Al imaginar a dónde viajar, nadie piensa en ir a un lugar cerrado o quedarse todo el día en un hotel. La mayoría de nosotros pretende descansar del estrés de todo el año en un entorno al aire libre. Pero, ¿te has preguntado cómo ser un buen turista sustentable en las ciudades que te abren las puertas a sus paisajes naturales?
Los lugares más populares que suelen elegirse para vacacionar son las ciudades costeras, las sierras o la Patagonia, zonas caracterizadas por sus bellos paisajes, y por su naturaleza: playas, montañas y ríos. Nuestro paso como turista en estas atractivas localidades podría ocasionar contaminación ambiental si no se tiene una correcta planificación del viaje. Debemos ser conscientes de que, si deseamos disfrutar de la belleza natural de estos lugares, tenemos que ser respetuosos con el ambiente.
Por esta razón, es fundamental planificar el día a día con una mirada consciente. Por ejemplo, se podría pensar en preparar la comida en viandas para evitar plásticos de un solo uso que ofrecen ciertas cadenas de supermercados o restaurantes en comida para llevar. Es clave planear el viaje con anticipación para lograr un turismo sostenible. Otra acción positiva podría ser compartir el medio de transporte con parientes, amigos o compañeros de trabajo que vayan al mismo lugar turístico o cercano, y así reducir la contaminación causada por los vehículos particulares.
Por otro lado, durante la estadía se debe evitar generar cualquier tipo de residuo innecesario. De todos modos, no hay que perder de vista que es prácticamente imposible no generar ningún desecho. Por lo tanto, es vital asegurase de depositarlos en los cestos correspondientes. Si no hay disponibles, deben ser guardados hasta tener la posibilidad de poder depositarlos en un lugar correcto. De esta manera, se está respetando al lugar que nos abre las puertas para que todos podamos disfrutar de su naturaleza.
En la playa, un gran problema ambiental son las colillas de cigarrillo. A pesar de que en varias localidades costeras de Argentina hay ordenanzas de “Playas Libre de Humo”, al finalizar la temporada la arena se transforma en arena de colillas, las cuales luego terminan en el mar. Esto ocasiona un gran daño en los ecosistemas oceánicos. Las colillas contienen en sus filtros acetato de celulosa, una forma de plástico. Al acabar en el mar, son consumidas por los peces, junto con bolsas y sorbetes plásticos. Más allá de dañar al ecosistema y biodiversidad, este accionar negligente repercute en nuestra propia vida, ya que luego esos peces son parte de nuestra alimentación. En definitiva, todo residuo que le dejamos a la naturaleza de alguna forma vuelve a nosotros.
Es muy importante trabajar para ser un turista sustentable, evitando dañar el ambiente del destino visitado. Acciones como reciclar, optar por medios de transporte no contaminantes como la bicicleta o caminar, no prender fogatas en lugares no permitidos, respetar la flora y fauna, y no llevarse como recuerdos caracoles y piedritas, son tan solo algunos ejemplos de conductas respetuosas.
En conclusión, ser un buen turista sustentable es algo que se logra con cada acción positiva hecha teniendo en cuenta sus impactos económicos, sociales y ambientales. Está en nuestras manos cuidar el ambiente. Cualquiera puede ser un turista. El valor se encuentra en elegir ser un turista verde.