Luego de un año de preparativos, un robot operado por control remoto será enviado por técnicos de la accidentada central nuclear de Fukushima, en Japón, al interior del reactor 2. La idea es analizar el estado del combustible altamente radiactivo que alberga.
Según los datos que obtenga, se plantearán posibles métodos para la retirada segura de este peligroso material, tal como informaron desde Tokyo Electric Power (TEPCO). La empresa está a cargo de la central atómica que sufrió el mayor accidente del rubro desde el desastre de Chernobyl.
Los reactores 1, 2 y 3 sufrieron fusiones de sus núcleos a raíz del tsunami registrado en marzo de 2011. Conocer el estado exacto de las barras de combustible radiactivo es clave para su correcta gestión. En cuanto a la unidad 2, se cree que el combustible se fundió lo suficiente como para perforar la vasija de presión y acumularse en el fondo de la de contención.