Un flamante relevamiento del Banco Mundial estima que en la Argentina el costo de la degradación ambiental equivale al 8% del Producto Bruto Interno (PBI), o a la casi totalidad de las exportaciones (es decir, unos 56.000 millones de dólares anuales).
Según el trabajo, entre 2001 y 2015 el país perdió un 12% de sus zonas forestales, que fueron mayormente destinadas a cultivos intensivos. En paralelo, se incrementó un 500% el uso de insecticidas y más de un 1.000% el de agroquímicos. “La degradación del suelo equivale a un 3% del PBI, y la del aire a casi un 2 por ciento. Junto con las inundaciones (que se llevan entre un 0,0,66% y un 1% del PBI), estos son los principales y más costosos problemas ambientales de la Argentina”, precisó Pablo Herrera, uno de los autores del informe.
De acuerdo con el Banco Mundial, el capital natural de la Argentina contribuye en un 17% a la riqueza nacional y de él dependen actividades como el turismo, que genera un 10% del PBI y 1 millón de empleos. Vale destacar que casi un tercio de la inversión nacional en medio ambiente se destina a la limpieza del Riachuelo, un tercio va al suministro de agua, saneamiento y control de las inundaciones y un 4% se deriva a la protección de ecosistemas.