Durante varias jornadas de trabajo en el mes de junio, un equipo compuesto por técnicas y técnicos ambientales de ACUMAR recorrió puntos seleccionados para la extracción de agua superficial para una posterior interpretación del estado del cauce principal y sus afluentes.
Los primeros análisis de este año son particulares y relevantes porque se realizaron en un contexto de aislamiento social, durante la cuarentena, sin embargo no se evidenciaron grandes cambios en relación a los datos históricos para cada punto de muestreo, según consignó ACUMAR.
“Es sabido que la calidad de los cursos de agua son unos de los últimos indicadores en mostrar cambios sustanciales como respuesta a la actividad del ser humano. El agua de la Cuenca Matanza Riachuelo está en recuperación por las diversas actividades que llevamos adelante, pero el saneamiento es lento y dificultoso”, remarcó la entidad.
Los resultados de la campaña de junio están disponibles aquí.
De esta manera, ACUMAR responde a lo indicado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en la manda III del fallo del 8 de julio de 2008 indicó la realización de estas medidas de control sobre los cuerpos de agua y la biodiversidad de la Cuenca, realizando y poniendo a disposición del público informes trimestrales de evaluación de las condiciones ambientales.
Nueva campaña
El primer lunes de agosto, con un protocolo especialmente diseñado para prevenir contagios frente al Covid 19, comenzó la segunda campaña de medición de calidad del agua superficial en el cauce principal y arroyos subsidiarios, que abarca los 21 puntos neurálgicos en el sistema hídrico de la Cuenca.
El monitoreo incluye un relevamiento del sitio al momento de la toma de muestra, obteniendo datos cualitativos y cuantitativos. Las muestras recolectadas son enviadas al Laboratorio Municipal de Avellaneda, que fue equipado por ACUMAR, para analizar los parámetros físico-químicos que se suman a los analizados en el momento de la toma de muestra. De esta manera se busca establecer, con 32 análisis por muestra de agua, el estado actual superficial tanto en el cauce principal como en arroyos de la Cuenca.
Además, en esta nueva campaña se incorporó un análisis de la integridad ecológica de las márgenes, evaluando siete variables, como la presencia de grupos y especies de plantas, residuos, obras de infraestructura, entre otras.
Acceso a la información
Desde el 2008, ACUMAR analiza el estado general de toda la Cuenca Matanza Riachuelo, del agua, tanto superficial como subterránea, del aire y de la biodiversidad.
La Base de Datos Hidrológicos, histórica de los monitoreos de Agua se encuentra disponible para el público, a través de esta herramienta pueden visualizarse los resultados obtenidos desde que se comenzó el análisis hasta la fecha, considerando además filtros por tipo de muestreo, estación y franja temporal y mapas de las ubicaciones de las estaciones.
La base muestra para cada toma: contexto al momento de la toma, color, olor, estado general del sitio, pH, temperatura, turbidez, conductividad, Oxígeno Disuelto; y analitos para favorecer una caracterización completa a nivel físicoquímico, biológico y microbiológico: presencia de metales pesados como cromo, plomo, cadmio, mercurio; materia orgánica disponible, compuestos nitrogenados, fósforo, microorganismos e hidrocarburos.