CADAMDA, la Cámara de la Madera – entidad pionera en la promoción del uso de la madera con 120 años de trayectoria – destaca el cada vez mayor compromiso de municipios, constructores y de toda la sociedad en elegir madera para llevar adelante todo tipo de obras, refacciones y proyectos. Esto, de hecho, es una tendencia mundial que no para decrecer y, recientemente la ONU emitió un informe (*) titulado “Materiales de construcción y el clima: Construyendo un nuevo futuro” en donde expresa la necesidad mundial de cambiar, preferir y utilizar madera y otros materiales biológicos para frenar la degradación de los ecosistemas, lo que podría representar ahorros de emisiones de hasta un 40% para 2050. La construcción de proyectos “verdes” no solo minimiza el impacto ambiental de la construcción actual, sino que también será rentable a largo plazo.
La costa atlántica argentina suma cada vez más obras y proyectos que se alinean con las tendencias y beneficios de la arquitectura sostenible. En las 14 localidades que conforman el Partido de la Costa, la madera es protagonista para casas, edificios, hoteles, hogares y todo tipo de construcciones y obras. Es un recurso natural y sustentable que genera empleo y dinamiza economías regionales, agregando valor a la materia prima proveniente de bosques cultivados como también por los claros beneficios ambientales, económicos y constructivos de los sistemas utilizados.
Justamente, la Costa Atlántica es un claro ejemplo de esta tendencia, ya que desde hace casi 10 años se eligió construir con madera en lugar de hormigón. En Pinamar, que fue pionera en este camino, ya se han demolido más de 40 balnearios-paradores y se han recuperado más de 110.000 metros cuadrados y 1100 metros lineales de playa pública. De hecho, esto también se replica en Mar de las Pampas, Mar Azul, Cariló, Villa Gesell, Ostende y Valeria del Mar, entre otras. En otras localidades, asimismo, se han reemplazado más de 320 bajadas a la playa que estaban construidas con cemento, las cuales ahora están renovadas con madera y bajo una mirada sustentable.
“Queremos llamar la atención a todos los protagonistas del mundo de la construcción a poder construir y fundar un nuevo paradigma constructivo nacional con un claro perfil sostenible. De hecho, cada vez son más las obras nuevas, ampliaciones, proyectos y construcciones de casas y edificios que buscan aportar a sus habitantes el máximo ahorro energético posible, bienestar y generar obras que sean amigables con el medio ambiente y estén construidas con elementos de origen natural. Desde la orientación, materiales, revestimientos, estructuras y otros elementos la madera es el denominador común que une a todos, por sus características y propiedades naturales como aislante térmico y acústico” declara Daniel Vier, presidente de CADAMDA.
“Actualmente, el mercado de la construcción con madera en Argentina se encuentra en un proceso de crecimiento sostenido, a pesar de las dificultades que se presentan en el camino. Comparado con 10 o 20 años atrás, se puede observar un cambio significativo en la demanda y en la oferta de construcciones con madera” afirma Vier. “Hace algunos años, la madera no era considerada un material de construcción relevante y se utilizaba principalmente para elementos decorativos o en construcciones rurales. Hoy, debido a la necesidad de construir viviendas más eficientes y sostenibles, la madera se ha vuelto cada vez más popular en la construcción”.
Pero no sólo la velocidad y el ahorro de costos son factores determinantes para privilegiar construir con madera, la sostenibilidad ambiental juega un papel preponderante en el mundo de la construcción. “Hoy la arquitectura de vanguardia apunta a construir de una manera más amigable con el medio ambiente y en este terreno la madera saca enormes ventajas. Si se compara la cantidad de energía que se utiliza para producir por ejemplo aluminio, hierro o cemento con la madera, la diferencia es abismal. Otro punto crítico es la huella de carbono neutral de la madera, ya que en su vida el árbol secuestra carbono de la atmósfera que queda almacenado en una viga o un machimbre, contribuyendo así a mitigar los efectos del cambio climático” explica Daniel Lassalle, gerente comercial de CADAMDA.