En la costa caribeña de Colombia existen más de 150.000 puestos móviles que mantienen vigente la gastronomía tradicional y se han convertido ya en patrimonio de un país y símbolo de identidad. Así, los carros de comida representan una parte importante de la microeconomía de la zona y constituyen la principal fuente de ingresos de más de 200.000 familias.
Entre estos se pueden encontrar distintas experiencias y realidades: familias que han heredado de generación en generación sus carros y llevan más de 50 años con este oficio, padres que han logrado pagar los estudios de sus hijos con este trabajo, personas que recién inician esta actividad por recomendación o necesidad, e incluso quienes llegan de otros países y encuentran en este emprendimiento una forma de sustentarse.
En su actividad diaria, para preparar las comidas típicas que ofrecen, como las arepas, cada carrito utiliza por día más de 3 litros de aceite, el cual luego se desecha generalmente por las alcantarillas. Esto genera un alto riesgo de contaminación, si se tiene en cuenta que con tan solo 1 litro de aceite se pueden llegar a contaminar 40.000 litros de agua.
Ante esta situación, Ogilvy junto con Centelsa by Nexans, crearon un prototipo de carro que genera electricidad a partir de la reutilización del aceite que se utiliza para cocinar, evitando que se desheche y reduciendo el impacto ambiental. “Tomamos los tradicionales carros de fritos y les agregamos un motor, y en lugar de ponerlo a operar con gasolina, utilizamos el aceite de cocina ya usado para evitar su desperdicio, y así lograr producir energía. Este nuevo carro produce 11 horas de energía por cada 3 litros de aceite” explicó Luis Carlos Parra, el ingeniero mecánico que participó del proyecto.
Por su parte, Gastón Potasz, VP Creativo de Ogilvy Colombia comentó: “La idea de “Waste Oil-Food Carts” surge de dos necesidades. La primera, la sustentabilidad: desarrollamos un dispositivo completamente nuevo que funciona a partir de los desechos del aceite para generar electricidad, para realmente cuidar el medio ambiente. Y la segunda está relacionada con poder ayudar a las personas que trabajan con los carritos, brindándoles un lugar de trabajo más seguro y barato”; y agregó: “estamos realmente orgullosos de esta idea porque hará una contribución real a las personas y al planeta”.