Octavio Pérez Pardo, director de Bosques de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, dialogó con Pablo Gago, conductor del programa Futuro Sustentable, por AM 1220 y explicó algunas cuestiones vinculadas a la deforestación y Ley de bosques.
Futuro Sustentable: Octavio Pérez Pardo, usted tiene una extensísima trayectoria en materia de bosques. ¿Desde cuándo está al frente de áreas de este tipo?
Octavio Pérez Pardo: En el año 92, cuando se crea la Secretaría de Ambiente de la Nación, fui Director del Área de Agricultura. Anteriormente había sido Director de Suelo y Medio Ambiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Fui durante 21 años Director de Suelos, y siempre vinculado al tema de suelos, bosques, fauna. Voy a cumplir 32 años en Ambiente. Soy ingeniero agrónomo y participé del equipo que corredactor la Ley de Bosques. He pasado diversos gobiernos y coyunturas pero hay una ley que lleva ya 15 años en funcionamiento que ha logrado detener en una tasa sustantiva los desmontes en la Argentina.
FS: Sin embargo, hay un informe que dice que un tercio de la deforestación se sigue realizando en áreas protegidas. Y algunas ONGs aseguran que en alguna medida, la ley no se respeta.
OPP: En 2007 la tasa de deforestación alcanzaba una tasa de 750 mil hectáreas por año. Casi 800 mil hectáreas por año se desmontaban en la Argentina antes de 2007. La Ley comienza a recibir financiamiento concreto en 2010. Hoy estamos en 2024 y la tasa de deforestación anual es de 200 mil hectáreas. Hay una reducción sustantiva de la tasa. Dentro de estas 200 mil hectáreas hay que hacer una división entre lo que son los desmontes autorizados, legales, donde se autoriza el cambio de suelo. Para aclarar, en Argentina, el mapa de los bosques está pintados en tres colores: verde, amarillo y rojo. Los rojos son bosques de alto valor de conservación, no deben ser utilizados sino conservados. Los bosques amarillos pueden estar sujetos a producción pero deben mantenerse como bosques. Los bosques pintados de verde pueden mantenerse como bosques o, bajo determinadas condiciones, puede autorizarse el cambio de uso de suelo, o sea, dejar de ser bosque. Las mencionadas 200 mil hectáreas contemplan esos bosques autorizados. Pero, por cada hectárea que se desmonta en forma autorizada, hay dos que se desmontan en forma ilegal. El 66% de los bosques que se pierden, son desmontes ilegales.
FS: ¿Cuáles son las causas de esos desmontes?
OPP: Se desmonta para agricultura, para ganadería, en la Patagonia y otros lugares hay desmontes para desarrollos inmobiliarios, hay incendios después de los cuales las tierras pueden volver a recuperarse, o a veces, no. A veces esos incendios son intencionales.
Hay que analizar muy bien la ley, estos temas impactan no solo económica sino también socialmente. Hay que hacer una clara diferenciación entre una autorización legal de una acción de un cambio de uso del suelo ilegal.
Nosotros tenemos un sistema que se llama SAT, Sistema de Alerta Temprana de Deforestación, es una herramienta que monitorea la pérdida de bosque nativo de forma continua, a través del cruce de tres satélites, cada 15 días tomamos todos los cambios de uso de suelos que hubo en la Argentina. Ahí se detectan lugares donde hace 15 días habia bosques y ahora no los hay por diferentes motivos. Se baja un satélite para ver el detalle y se le envía cada 15 días a cada provincia el informe del monitoreo. Las provincia dan intervención a sus organismos para ver de qué se trata. La Argentina tiene una herramienta eficaz para controlar los desmontes.
Hace unos días nos hemos reunido en el COFEMA donde pedimos hacer foco en el control del desmonte ilegal.
El recurso tiene una responsabilidad primaria en las provincias, son las dueñas de sus recursos, no son facultades delegadas, pero como hay una Ley de Presupuestos Mínimos, hay un acuerdo Nación-provincias de que la protección de los bosques debe ser una estrategia conjunta.
FS: ¿Qué son las cuencas forestales?
OPP: Las cuencas forestales se definen como aquellas regiones o espacios geográficos donde hay presencia de bosque nativo y una marcada localización de actores que trabajan con el aprovechamiento, la transformación y comercialización de los productos madereros y no madereros. Este concepto es nuevo en la Argentina, pero se trata de áreas con bosques en los cuales hay municipios, comisiones, empresas, caminos, gobiernos locales, comunidades criollas o aborígenes, un área donde el tema forestal es central. La idea es desarrollar estas cuencas protegiendo el recurso pero generando valor agregado en los productos que elabora, y crear impacto económico en la zona.
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