En el marco de las negociaciones por la Ley de Bases, frente a la propuesta difundida de modificar la Ley 24.196 de Inversiones Mineras, desde la Cámara Argentina de Empresas Mineras advierten que una suba en el porcentaje de las regalías es un contrasentido y supone un retroceso en el camino hasta aquí transitado con el propósito de generar condiciones de mayor competitividad para el país.
La Ley de Inversiones Mineras busca ser un paraguas que brinde certezas a las empresas con voluntad de aportar para la Argentina inversiones de gran volumen, de carácter productivo y con largo plazo de recupero. La modificación de esta herramienta clave tendrá consecuencias en la confianza en nuestro país como destino de inversiones y tendrá los efectos contrarios a los que se busca propiciar con el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones(RIGI), señalan desde CAEM.
Para los empresarios mineros nuestro país ya posee una carga tributaria mayor a la de aquellas naciones con las que compiten por las inversiones. La presión impositiva argentina es alta y sumamente regresiva. Y Argentina está ante una oportunidad inigualable para desarrollar un sector estratégico, pero el aumento de las regalías lejos de transformarse en la solución inmediata que algunos imaginan para afrontar los problemas del actual contexto económico, podría generar el efecto contrario. Más impuestos, menos competitividad, menos inversiones.
Una modificación de este tipo impactaría negativamente en los proyectos productivos de oro y plata, que hoy representan el 70% de las exportaciones del país sostienen desde la cámara. En este segmento, dada la falta de nuevas inversiones, se cuenta mayormente con yacimientos maduros, cuyos costos de producción se van incrementando. Subir la presión impositiva sobre los mismos impactará acortando su vida útil, y en consecuencia, habrá menor recaudación, alcanzando un resultado opuesto al buscado. Se trata, además, de un sector donde no se generará un recambio, ya que no hay en cartera proyectos nuevos que estén iniciando su producción en los próximos años.
La industria advierte que también afectará a los proyectos de litio, tanto los que están en construcción como los que están en producción. La ventana de oportunidad con la que cuenta la industria no acepta alteraciones en la seguridad jurídica. Siendo un sector en pleno desarrollo y el país con la mayor cantidad de proyectos a nivel global, el impacto en el cambio de las reglas de juego significaría un desaliento para nuevas inversiones.
Por otra parte, perjudicará también a los nuevos proyectos y ampliaciones que se esperaba propiciar con el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).