Gran parte de los centros educativos de España carece de aislamiento adecuado, lo que obliga a alumnos y profesores a convivir en las aulas con altas temperaturas, sobre todo en los meses de más calor, lo que obliga incluso a suspender las clases. Para evitarlo, una solución que se está testando con éxito es la de “cubrirlos” de vegetación.
Para mejorar la adaptación de los edificios educativos al cambio climático el proyecto financiado con fondos europeos Life myBUILDINGisGREEN, testa desde 2018 varias soluciones basadas en la naturaleza en tres colegios de España y Portugal, ubicados en Solana de los Barros (Badajoz) y en las localidades lusas de Évora y Oporto.
En total, en los tres colegios la superficie verde, que antes se limitaba a arbolado en patios, es ahora de 3.911 metros cuadrados, casi un tercio de la superficie total (13.642 metros cuadrados), ha explicado a EFEverde Miguel Vega, del Real Jardín Botánico-CSIC y coordinador del proyecto.
Entre estas soluciones, destacan la instalación de cubiertas vegetales en los tejados (en sustitución de grava o loza) y en las fachadas que más radiación solar reciben en horario escolar (mediante la colocación de estructuras similares a andamios con macetas), o la ventilación programada de los edificios y la creación de charcas.