Para avanzar en sus metas y proyectos de Descarbonización, CCU Argentina lleva a cabo la implementación de iniciativas que permiten responder a los desafíos locales de la industria. Leonardo Bulacio – Coordinador de Gestión Ambiental en CCU Argentina, dialogó con Futuro Sustentable.
Futuro Sustentable – ¿Han analizado o medido cuáles son los impactos ambientales de las operaciones de la empresa? ¿Qué acciones tienen en marcha o en carpeta para mitigar o neutralizar todos o algunos de estos impactos?
Leonardo Bulacio – En CCU estamos comprometidos con el desempeño ambiental de nuestras operaciones; constantemente medimos, analizamos y verificamos a través de terceras partes los impactos ambientales significativos que generamos, siendo estos el consumo de agua, emisiones GEI y valorización de residuos.
Estos esfuerzos los centralizamos a través de la Estrategia de Sustentabilidad en el eje “Nuestro Planeta”, que actualmente está compuesto por cuatro agendas de acciones de trabajo: Equilibrio Hídrico, Vocación Circular, Abastecimiento Responsable y Desafío Climático. Estas agendas están guiadas por 12 metas que proponen una mitigación de impactos hacia el año 2030.
FS – Específicamente en materia de descarbonización, ¿Cuáles son los principales desafíos a sortear y qué medidas implementan o piensan implementar al respecto?
LB – Desde el año 2010 medimos y reportamos nuestra Huella de Carbono; de estos datos podemos desglosar e identificar que actualmente el 88% de nuestras emisiones GEI están asociadas a usos energéticos y es allí donde está nuestro mayor desafío.
Nuestra prioridad hoy en día es reducir la demanda y el consumo total de energía en las plantas industriales. Este trabajo lo llevamos a cabo a través de la metodología TPM: un sistema de mejora continua que cuenta con un pilar de Agua y Energía para gestionar y eficientizar todos los consumos de recursos asociados.
Otro de los desafíos a trabajar, es el reemplazo de la energía que necesitamos para elaborar y distribuir nuestros productos en energía renovable. Una de nuestras prácticas en este sector es maximizar el reemplazo de gas natural por biogás, que es generado en el tratamiento de nuestros efluentes líquidos en la producción de energía térmica.
Estamos en búsqueda de lograr una mejora continua, y lo llevamos adelante a través de la expansión de buenas prácticas, como por ejemplo el uso de la digitalización para obtener en tiempo real nuestros consumos y así poder reducirlos a corto plazo.
FS – ¿Cómo se prepara la empresa para el mediano y largo plazo en cuanto a la fijación de objetivos y a la realización de acciones vinculadas con la agenda ambiental para los años 2030 y 2050?
LB – Dentro de la agenda “Desafío Climático” abordamos la gestión de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, haciendo foco en las metas al 2030 asociadas a dicho eje. Las mismas son:
Reducir un 50% las emisiones en alcances 1 y 2
Utilizar un 75% de energía eléctrica renovable
Disminuir un 20% las emisiones en logística.
Asumiendo estos compromisos llevamos a cabo un Masterplan de Sustentabilidad que mapea todas las iniciativas y proyectos de nuestras operaciones que vamos ejecutando para cumplir las metas ambientales propuestas. Es muy importante para nosotros tenerlos ordenados en un proceso estratégico, ya que debemos distribuir y asignar los recursos necesarios en el momento oportuno, y estar atendiendo las diferentes coyunturas para lograr la sostenibilidad de la compañía.
En este año fuimos convocados a la Mesa Sectorial de la Cebada del Programa Argentino de Carbono Neutro, para trabajar junto a otros actores de la cadena productiva con el fin de alcanzar la implementación de los estándares.
Nuestro camino hacia la descarbonización será un gran desafío y requerirá una acción coordinada con proveedores, clientes y otras partes interesadas.