La vida en El Salvador sería inviable en 80 años por la crisis hídrica, que recientemente llevó al Gobierno a declarar una emergencia nacional, concluye un estudio realizado por la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH).
“De acuerdo a los análisis científicos realizados por diferentes organizaciones internacionales y analizados en el presente estudio, si seguimos en esta lógica de deterioro, de degradación de los bienes hídricos en El Salvador, en 80 años la vida será inviable en el país”, sentenció el titular de la PDDH, David Morales.
El ombudsman salvadoreño señaló que el estudio da cuenta de que en 80 años “la disponibilidad per cápita de agua” se reducirá en un 83% en este país, en la que unas 600 mil familias del área rural no tienen acceso al agua potable. “El estudio estaría reflejando la progresiva degradación de nuestros mantos acuíferos, aguas subterráneas y el deterioro de nuestras cuencas, especialmente en el oriente del país”, detalló.
Por su parte, el experto que realizó el estudio, Julio Basagoitia, apuntó que la disminución de la disponibilidad de agua no se debe solo a los efectos del cambio climático, sino también a la “eliminación de áreas boscosas, el avance urbanístico y una agricultura basada en monocultivos”.
“Las recomendaciones (del estudio) van giradas a que debemos de conservar nuestra cobertura arbórea” y “tener un giro en el paradigma urbanístico que tenemos”, señaló, al tiempo en que expuso que, en 2016, “se han roto récords históricos” de disminución de los caudales de los ríos principales.
Asimismo, añadió que en este país centroamericano existe una “contaminación legal” del agua, el vertido de aguas residuales a los ríos, que afecta al menos el 89% de las aguas superficiales. “Hay acuíferos que ya exceden los estándares de poder ser potabilizados mediante métodos tradicionales, se tienen que usar tecnologías más desarrolladas”, sostuvo.