Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) siguen negociando para intentar limitar su producción y estabilizar los precios del barril, pero los numerosos desacuerdos siembran dudas sobre la posibilidad de alcanzar un conseno.
En caso de que las gestiones fracasen, el valor del crudo podría seguir cayendo por debajo de los 50 dólares, su nivel actual, lo que perjudica a los países más dependientes del cártel, como Venezuela o Nigeria.
Los ministros de la OPEP llegaron hace dos meses en Argel a un preacuerdo para congelar la producción a un nivel situado entre 32,5 y 33 millones de barriles diarios. También se comprometieron a alcanzar un entendimiento con otros grandes productores que no son miembros del bloque, como Rusia.