El acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Países (OPEP) y otros productores de petróleo para recortar la producción lleva en marcha cerca de cuatro meses. Si bien es cierto que este pacto ha sido clave para que el petróleo haya recuperado unos 50 millones de dólares (tras tocar una suma de u$s 27 a principios de 2016), la OPEP pretendía hacer mucho más ‘daño’ del que ha hecho finalmente.
En primer lugar, la estrategia del cártel (inundar el mercado de crudo) no logró eliminar por completo a sus competidores. En segundo lugar, el recorte de la producción no ha conseguido tampoco llevar al petróleo a los u$s 60 que Arabia Saudí considera como precio idóneo dadas las circunstancias actuales.
En resumen, la OPEP ya no controla el mercado de crudo como lo hacía antaño. Como destacan Michael Owyang, vicepresidente de la Fed de San Luis, y Hannah Shell, economista de la misma institución, “la OPEP ha ejercido una influencia enorme sobre la reducción de petróleo mundial y los precios desde 1960”.