El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) pidió el pasado jueves que se preste una “mayor atención” a problemas como los incendios forestales y la contaminación acústica en las ciudades.
El PNUMA analizó esos desafíos en la cuarta edición de su “Informe Fronteras”, que se publicó por primera vez en 2016- El Programa de la ONU para el Medio Ambiente avisó de un empeoramiento del clima ocasionado por “peligrosos incendios forestales”. Un promedio de unos 423 millones de hectáreas de la superficie terrestre del planeta sucumbe por año al fuego.
El informe estima que el 67% del área global anual quemada por todo tipo de incendios se encontraba en África. “Se prevé que las condiciones climáticas peligrosas de los incendios forestales sean más frecuentes e intensas y que duren más”, algo que se debe al cambio climático, que implica temperaturas más altas y sequías más frecuentes, subrayó el PNUMA.
Para la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, estos problemas ambientales “ameritan atención y acción de los gobiernos y el público en general”, y agregó: “Contaminación acústica urbana, incendios forestales y cambios fenológicos son temas que resaltan la necesidad urgente de abordar el triple problema planetario de la crisis del cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad”.
El documento, titulado “Ruido, llamas y desajustes: problemas emergentes de preocupación ambiental”, advirtió que la contaminación acústica en las ciudades se ha transformado en un “peligro creciente para la salud pública”.
“Sonidos no deseados, prolongados y de alto nivel de tráfico rodado, ferrocarriles o actividades de ocio menoscaban la salud y el bienestar humano. Esto incluye molestias crónicas y trastorno del sueño, lo que resulta en enfermedades cardíacas graves y trastornos metabólicos como diabetes, discapacidad auditiva y peor salud mental”, señaló el programa de la ONU.
La contaminación acústica provoca cada año 12.000 muertes prematuras en la Unión Europea (UE) y afecta a uno de cada cinco ciudadanos de la UE, según el informe. Los niveles de ruido aceptables se superan en muchas ciudades del mundo, como Argel, Bangkok, Damasco, Islamabad o Nueva York. Esa perturbación acústica también amenaza a los animales, porque altera las comunicaciones y el comportamiento de varias especies, incluidas aves, insectos y anfibios.
Fuente: www.efeverde.com