La falta de producción agrícola en Haití y la sequía causada por el El Niño han provocado que más de tres millones de personas necesiten ayuda para comer y que 1,5 millones estén en situación de urgencia.
Según datos del Banco Central de dicho país, los precios se disparan en los mercados, generando una inflación del 14% este año, al tiempo que el desempleo afecta a más del 70% de la población.
Ante esta situación, el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria (CNSA) anunció un plan para apoyar a 40 mil familias de las 20 comunidades más afectadas por la sequía, con una inversión 2.000 millones de gourdes (unos USD 35 millones de dólares).
Las predicciones para el 2016 no son buenas, a menos que haya una intervención urgente en la economía. Y, según ha reiterado en varias ocasiones el Presidente haitiano, Jocelerme Pivert, quien asumió el cargo el mes pasado, el país tiene “graves problemas financieros”. Asimismo, reconoció, con las inundaciones y los efectos de la sequía del año pasado, la cantidad de personas en inseguridad alimentaria puede llegar a cinco millones, casi la mitad de la población.
El diputado Tertus Tanis es el representante de la comunidad Liminade, en el norte del país, una de la zona afectada por la sequía y falta de recursos para los agricultores, coincidió en que “estamos en una situación muy grave, los gobiernos anteriores han abandonado la agricultura y hoy estamos pagando el precio de malas políticas”.