Enrique Martua Konstantinidis, asesor senior de Política Climática de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), viajó a laCOP24, que se desarrolló hasta el sábado en Katowice, Polonia, y le contó a Futuro Sustentable los detalles de la cumbre, en la que finalmente se llegó a un acuerdo para reglamentar el Acuerdo de París tras intensas negociaciones.
Futuro Sustentable: – El cierre de la COP24 cosechó elogios y críticas, ¿cómo calificarías al acuerdo al que llegaron los países?
Enrique Martua Konstantinidis: – Es difícil evaluar con un solo calificativo a una COP que tuvo tantos matices. Si hablamos del reglamento del Acuerdo de París, eso se logró, y hay varias partes que están bien hechas, sobre todo en lo referente a la transparencia y al balance global, que es el mecanismo para evaluar cada cinco años el progreso de las medidas e implementación del acuerdo. También se avanzó en lo vinculado a la adaptación. En ese sentido, se cumplió con lo que había que hacer.
FS: – ¿Este libro de reglas va a ser el fundamental para que esas directrices para combatir el cambio climático se plasmen en una transparencia absoluta?
EMK: – Lo que hará el reglamento es marcar cómo tienen que darse los procesos en el Acuerdo. En lo que concierne a la transparencia, ahí estarán los mecanismos de reporte y cómo aplicarán a cada país esas capacidades de reporte. Creo que hubo distintos matices en cuanto a lo que se habló este año en relación a la urgencia: ahí no hubo cambios significativos, ni para aumentar la ambición o en las contribuciones nacionales, porque los países estaban más enfocados en el reglamento del Acuerdo. En el marco de una urgencia tan grande, donde estamos viendo que en 12 años tendríamos que cortar el consumo de combustibles fósiles a la mitad, ya no alcanzan las excusas.
FS: – La mala nota para Argentina, ¿viene por el proyecto Vaca Muerta?
EMK: – Nosotros en lo particular no le dimos mala nota a la Argentina por las negociaciones. Sí es cierto que si hay que acortar al 50% los combustibles fósiles, y en ese sentido el proyecto Vaca Muerta no ayuda. La ley habla de que para este año tendría que haber alcanzado el 8% en objetivos de renovables, pero el trabajo comenzó recién en 2016, así que estaba claro que no iba a llegar. De todas formas, de acá a 2025 estoy más esperanzado en lo que es la penetración de las energías renovables, no solo en Argentina, sino en todo el mundo. Las energías renovables están demostrando ser mucho más rápidas, más ágiles, más confiables. El mismo exministro Juan José Aranguren dijo que el 20% pautado para 2025 se iba a superar fácilmente. Habrá que ver qué tan amenazada se verá la industria de hidrocarburos y cuántas trabas pondrá.
FS: – ¿Cuál es tu balance de la COP24, llegaste contento o te dejó un sabor amargo?
EMK: – Tuve sentimientos encontrados. Siento que se avanzó en la cuestión técnica, pero como escuché en una frase por ahí, a duras penas pudimos pasar las barreras que está teniendo el multilateralismo internacional en este momento, y eso no deja de dar una señal de alerta a la que hay que estar atentos. El Brasil de Bolsonaro, el Estados Unidos de Trump o Arabia Saudita están poniendo cada vez más palos en la rueda, y eso no hará fácil las cosas. Esta prueba se pasó a duras penas, pero las próximas van a estar seguramente más difíciles.