En la Base Marambio, de la Antártida Argentina, se obtuvieron mediciones de ozono en la que el valor supera ampliamente el promedio de todos los cálculos que se habían realizado allí entre 1989 y 2016, según un informe difundido por la Fundación Marambio.
Se trata de un proyecto conjunto con Finlandia, que mostró valores superiores a los anteriores 25 años, lo que indica que la capa de ozono se recupera por rectificación de la acción humana que la había deteriorado.
La capa había resultado gravemente dañada por el uso de aerosoles refrigerantes, luego prohibidos, que alteraron el ozono como daño colateral. Sin embargo, se estima que para el año 2050 debería estar en los valores previos al uso de clorofluorocarbonos (CFC) y todos los aerosoles.