*Por Periodistas por el Planeta
Desde el pasado 4 de noviembre de 2019, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pudo iniciar su salida oficial del Acuerdo de París. Trump anunció sus intenciones de retirarse en junio del 2017 y, en agosto de 2017, el Departamento de Estados de Estados Unidos notificó formalmente su intención de salir del tratado. Sin embargo, una parte no puede iniciar el proceso formal hasta tres años después de la entrada en vigencia del Acuerdo de París, que fue el 4 de noviembre de 2016. Además, la salida debe tardar al menos un año en concretarse, por lo que Estados Unidos podría retirarse del Acuerdo de París a partir del 4 de noviembre de 2020.
Mientras el gobierno federal reduce drásticamente su acción climática, estados, ciudades y empresas estadounidenses implementan medidas cada vez más ambiciosas para bajar sus emisiones. A pesar de Trump, en un análisis llevado a cabo el año pasado se vio que los compromisos climáticos de líderes no federales estaban encaminados para cubrir dos tercios de la meta de Estados Unidos para el acuerdo. Desde entonces, los actores locales y las empresas han acelerado aún más sus implementaciones y se han comprometido a aún más acciones. Estos líderes subnacionales representan actualmente la segunda economía mundial, superada solo por la totalidad de Estados Unidos y hasta más grande que la de China.
· Las coaliciones de estados, ciudades y empresas estadunidenses comprometidos con el Acuerdo de París ahora representan casi el 70% del PBI de Estados Unidos y casi el 65% de la población nacional.
· En 2019, siete nuevos estados aprobaron legislación por energía 100% sustentable.
· 62 empresas con operaciones estadounidenses (entre las que se encuentran gigantes como Apple, Starbucks y Bank of America) se han comprometido a utilizar energía 100% sustentable.
La salida del Acuerdo de París es contraria a los intereses de Estados Unidos y la voluntad de los estadounidenses:
· Más de tres cuartos (77%) de los votantes registrados apoyan la participación continuada de Estados Unidos en el Acuerdo de París, incluyendo a casi todos los demócratas (92%), tres de cada cuatro independientes (75%) y la mayoría de los republicanos (60%).
· La mayoría de los votantes, con una proporción de 5 a 1, dice que Estados Unidos debe participar en el Acuerdo de París.
· Más de 3800 líderes de gobiernos locales, tribales y estatales, del sector privado y otros han asegurado que “siguen adentro” del acuerdo.
Estados Unidos es cada vez más vulnerable a la crisis climática:
· La última Evaluación Climática Nacional, realizada por científicos en 13 agencias federales de Estados Unidos, es inequívoco: la crisis climática ya afecta a cada sector y región de EEUU, afectando la salud, vivienda y medios de subsistencia de millones de estadounidenses.
· Estados Unidos ha sufrido pérdidas valuadas en $400 mil millones por desastres climáticos desde 2014. Se proyecta que perderá cientos de miles de millones de dólares por impactos ambientales para fines de siglo.
· Al atrasar la transición a una economía del siglo 21, Trump hará a muchas empresas estadounidenses menos competitivas y causará la pérdida de enormes oportunidades financieras para el país. Una transición a una economía baja en carbón entre ahora y 2030 puede generar más de $26 billones en beneficios económicos globalmente.
No sabemos cómo ni cuándo Trump anunciará esta noticia. Como la salida oficial tarda por lo menos un año, y el 3 de noviembre de 2020 es la fecha de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
El país norteamericano podría quedar oficialmente fuera del Acuerdo de París antes de la COP26. Sin embargo, un nuevo presidente podría volver a sumarse al acuerdo después de asumir el mandato en enero de 2021. El proceso es simple: después de presentar un comunicado oficial, una parte tarda 30 días en volver a ser incluida en el acuerdo.