El Gobierno español inició los preparativos para organizar la próxima cumbre climática de la ONU COP25, que reunirá hasta 25.000 personas en Madrid entre el 2 y el 13 de diciembre, lo que exige la coordinación entre varias administraciones.
La secretaría de la ONU sobre Cambio Climático, con sede en Bonn, anunció el viernes la decisión de que se celebre en la capital española, después de que Chile renunciara por su situación interna y España se ofreciera como alternativa.
El objetivo principal de la COP25 es preparar el terreno para que los países presenten contribuciones de lucha contra el cambio climático en el marco del Acuerdo de París, más ambiciosas que las actuales a comienzos de 2020, según fuentes del Gobierno.
Es un reto de logística y de seguridad que las autoridades españolas tienen que resolver en las cuatro semanas que faltan hasta que comience la cumbre, que se celebrará en el recinto ferial de Ifema, a las afueras de Madrid.
El Ejecutivo, que preside el socialista español Pedro Sánchez, ya ha comenzado a diseñar su organización con Naciones Unidas y Chile, país que seguirá presidiendo la COP25.
España trabaja “codo con codo” con el equipo chileno para que la cumbre pueda celebrarse con total normalidad, reiteró la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Su departamento ya se ha puesto al habla con el Ayuntamiento y el gobierno regional de Madrid para agilizar los preparativos.
La cumbre, de once días, necesita dos espacios contiguos, uno para las reuniones y negociaciones oficiales de los representantes de las delegaciones de los 200 países participantes y otro para los eventos de ONG o de grupos de científicos, indicó la agencia Efe.
Ifema prevé destinar 80.000 metros cuadrados -el 40 % de su superficie- a la cumbre, que obligará a reajustar el lugar o la fecha de algunos actividades ya programadas en diciembre, aunque sin cancelar ninguna, según dijo hoy su presidente, Clemente González Soler.