El mensaje transmitido en la última edición de la COP28 ha sido contundente: para luchar de manera eficaz contra el cambio climático, las empresas, las industrias y los líderes mundiales deben aumentar e intensificar significativamente sus esfuerzos.
Resulta alentador observar los progresos realizados por las organizaciones en la búsqueda de mejorar los resultados e informes de sostenibilidad. Sin embargo, a medida que se intensifica la carrera por cumplir con las normativas medioambiental, social y de gobernanza (ESG), la compañías deben tener otros factores en cuenta como los medioambientales ¿qué tan importante es tenerlos en cuenta a la hora de desarrollar las estrategias a largo plazo?.
El dilema de la sostenibilidad en entornos de misión crítica
El panorama empresarial actual, plantea dificultades para adoptar prácticas más ecológicas y limpias debido a los altos costes asociados a los materiales, recursos y tecnología. El reto surge cuando las organizaciones tratan de alinear sus iniciativas de misión crítica con los objetivos de sostenibilidad. Puede resultar complejo encontrar el equilibrio adecuado entre eficiencia operativa, rentabilidad y protección del medio ambiente.
Sin embargo, las organizaciones deben reconocer que el costo de no dar prioridad a la sostenibilidad supera con creces la inversión inicial necesaria para adoptar prácticas empresariales respetuosas con el medio ambiente. Es crucial tener en cuenta que el calentamiento global podría superar los 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales a principios de la década de 2030.
Frente a las complejidades de la sostenibilidad, es importante reconocer que esta es un motor esencial del crecimiento. Los planes de sostenibilidad suelen ser criticados por considerarse “demasiado costosos”, cuando en realidad los resultados financieros y la sostenibilidad están entrelazados y son mutuamente beneficiosos. Así lo demuestra un estudio sobre Valor Sostenible 2022 realizado por EY, en el cual cerca del 69% de los encuestados afirmaron que sus iniciativas climáticas superan sus expectativas financieras iniciales, generando un valor mayor del previsto.
¿Cómo dar forma al ADN sustentable?
Las empresas tienen una gran oportunidad de aumentar su valor a largo plazo adoptando la sostenibilidad tanto a nivel estratégico como operativo. Adoptar medidas proactivas para minimizar el daño medioambiental y garantizar la resiliencia a largo plazo es crucial, y una forma de lograrlo es mediante la adopción de prácticas de economía circular.
Escenarios ambiciosos indican que un cambio a nivel de sistema hacia una economía circular podría reducir de manera potencial aproximadamente el 80% de la contaminación por plásticos en los sistemas acuáticos y terrestres. Las estimaciones de McKinsey sugieren que la construcción de una infraestructura eficiente de gestión de residuos podría costar entre 560.000 y 680.000 millones de dólares en un periodo de diez años. Podemos obtener un enorme valor a través del modelo de economía circular.
“El enfoque de la economía circular pretende maximizar la utilidad y el valor de los productos, componentes y materiales, minimizando al mismo tiempo la generación de residuos. Implica diseñar los productos teniendo en cuenta su durabilidad y reciclabilidad, optimizar el uso de los recursos a lo largo de todo el ciclo de vida y buscar activamente oportunidades para reutilizar materiales y ampliar la vida útil de los mismos”, afirma Sebastian Brunno, vicepresidente para Sudamérica de la división Secure Power de Schneider Electric
Aumentar la eficiencia mediante la digitalización
La adopción de tecnologías digitales con el potencial de descarbonizar las industrias es un motor clave para que las empresas alcancen sus objetivos Net Zero más rápidamente. Un análisis reciente indica que, si estos casos de uso digital se amplían, podrían reducir las emisiones en un 20 % de aquí a 2050.
La tecnología ha evolucionado para hacer posible la Electricidad 4.0, facilitando la descarbonización y descentralización de las industrias, al tiempo que crea un mundo más eléctrico, digital y sostenible. Ofrece un mayor control, optimización y análisis, revolucionando nuestro enfoque de la eficiencia energética.
En la industria del petróleo y el gas, por ejemplo, el Edge Computing desempeña un papel importante en la mejora de la sostenibilidad, la resistencia y el ahorro de costes. El Edge computing refuerza la fiabilidad de las redes inteligentes identificando rápidamente fuentes de energía alternativas en la red durante los cortes, garantizando el suministro ininterrumpido de energía a los clientes hasta que el sistema de suministro principal esté reparado y operativo.
Hacer frente al cambio climático requiere algo más que una solución rápida. Los líderes desempeñan un papel importante en la fusión ética de sostenibilidad y tecnología. Pueden encabezar iniciativas para evaluar y controlar el impacto ambiental de sus operaciones, promoviendo la sostenibilidad en toda la organización. Al hacerlo, también mejoran sus resultados en materia de políticas de ESG y cumplen eficazmente los objetivos de sostenibilidad que exigen los clientes.