La decisión del Departamento de Comercio de Estados Unidos de aplicar aranceles antidumping a la importación de biodiesel argentino en febrero pasado generó pérdidas por u$s1.500 millones. A partir de esta situación la industria local acordó avanzar ante el Tribunal de Justicia Internacional de Nueva York en donde demandó al organismo norteamericano por considerar que la medida es “ilegal”.
Se trata de Dreyfus y Vicentín, compañías que hasta hace poco exportaban al mercado norteamericano. En su presentación alegaron que los aranceles impuestos representan el 75% de derechos antidumping actuales, los que “son arbitrarios, injustificados e ilegales”. El proceso va a durar aproximadamente unos 18 meses para saber la respuesta del Tribunal.
Hay que agregar además, que la Comisión Internacional de Comercio de los EE.UU. (ITC, por sus siglas en inglés) consignó también que el biodiesel argentino reciba subsidios y por eso entendió que la industria norteamericana fue dañada por las importaciones, por el cual impuso un arancel del 72 por ciento. De esta forma se cerró la llegada del biocombustible local por los próximos cinco años.