El Primer Ministro de Australia, Scott Morrison, puso ayer en duda su participación en la cumbre del clima de la ONU (COP26), que se celebrará en la ciudad escocesa de Glasgow en noviembre, debido a la cuarentena que tendría que hacer en la vuelta a su país.
“No he tomado la decisión final. Es otro viaje al extranjero y ya he pasado mucho tiempo en cuarentena”, le dijo al diario West Australian, al referirse a los 14 días de aislamiento obligatorio en el país oceánico para los viajeros internacionales por la pandemia.
El Gobierno de Morrison, quien acaba de retornar de una gira por Estados Unidos, está dividido por la negativa del ala más conservadora a adoptar un compromiso de emisiones neutras por considerar que afecta a los sectores mineros y agrícolas.
La ministra de Exteriores, Marise Payne, aseguró a la cadena pública ABC que, en cualquier caso, “Australia tendrá una representación de relevancia en esa cumbre”, al subrayar que el compromiso climático de su país, que es uno de los mayores contaminantes del planeta si se tienen en cuenta sus exportaciones de combustibles fósiles, es “muy claro”.
La duda sobre la participación de Morrison en la COP26 se da en medio de un intenso debate en Australia en torno a la falta de claridad de su política climática. El Primer Ministro ha asegurado en varias ocasiones que cumplirá con la meta de reducción del 26-28% de las emisiones contaminantes para el 2030, respecto a los niveles de 2005, así como su intención de alcanzar las emisiones neutras lo más pronto posible con el 2050 como referencia, aunque sin comprometerse a ello.
“Australia tiene mucho en juego. No podemos correr el riesgo de que los mercados asuman falsamente que no estamos haciendo la transición en sintonía con el resto del mundo”, remarcó el ministro del Tesoro de Australia, Josh Frydenberg, en un discurso el pasado viernes ante empresarios en Melbourne.
Fuente: www.efeverde.com