El declive de las poblaciones de aves marinas del Ártico durante las últimas décadas se debió al deshielo, según advirtió un estudio del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) y del Instituto Polar Noruego (NPI).
Este es el primero que aporta evidencias empíricas sobre cómo las especies del Ártico responden al retroceso del hielo marino. Según el estudio, que publicó la revista ‘Diversity and Distributions’, la pérdida de hielo marino amenaza el futuro de las poblaciones de aves marinas del Ártico, porque la mayoría se alimentan, preferentemente, de peces y crustáceos que se hallan en los bordes del hielo marino.
El trabajo evaluó la relación entre el retroceso del hielo marino en las últimas décadas y el descenso simultáneo de las poblaciones de aves marinas del Ártico. Aporta evidencias empíricas que relacionan los cambios en la criosfera, que es la parte del sistema terrestre donde el agua se encuentra en forma sólida, con la dinámica poblacional de los grandes depredadores del Ártico.
“El Ártico se está calentando más rápido que cualquier otra región de la Tierra, lo que ha provocado una reducción muy rápida y pronunciada de la extensión, grosor y duración estacional del hielo marino, que se espera que tenga importantes efectos en la vida silvestre del Ártico”, señalaron los investigadores.
Para hacer el estudio, los investigadores se desplazaron hasta las islas Svalbard, un archipiélago noruego ubicado en una de las zonas que están más al norte del Ártico, para observar dos de las aves marinas más comunes de allí: el arao de Brünnich (Uria lomvia) y la gaviota tridáctila (Rissa tridactyla).
Estas se alimentan de organismos asociados al hielo. Monitorizaron varias colonias, durante el periodo 1988-2018, de estas dos especies que nidifican en este archipiélago y evaluaron el tamaño de sus poblaciones. El seguimiento a largo plazo reveló que ambas especies habían disminuido en las Svalbard desde mediados de la década de 1990. Los nuevos análisis hechos ahora no solo revelan tendencias similares a largo plazo en la dinámica de las aves y el hielo marino, sino también que la concentración de hielo marino está asociada al tamaño de las colonias de estas aves con un desfase de dos años.
“Intuimos que las malas condiciones del hielo marino en un año determinado conducen a una baja disponibilidad de alimentos dos años después. Esto afectaría a la probabilidad de cría y, por tanto, al tamaño de las colonias de gaviotas, araos y la de otros depredadores que se alimentan de presas relacionadas con el hielo marino”, declaró el investigador del ICM-CSIC, Francisco Ramírez.
El impacto del calentamiento del océano y el deshielo del mar sobre los organismos del Ártico puede diferir entre especies y áreas geográficas, según los investigadores. “Todo ello pone de relieve la necesidad de contar con programas de seguimiento amplios y a largo plazo destinados a evaluar la dinámica de las poblaciones de distintas especies del Ártico si queremos entender cómo afectará el cambio climático al Ártico del futuro”, cerró Ramírez.
Fuente: www.efeverde.com