Desde la introducción de los vehículos eléctricos, el Gobierno de Dinamarca ha subsidiado los impuestos que estas unidades deberían pagar, reduciéndolos en un 180% con respecto a los gravámenes de los autos con motores de combustión.
Pero este subsidio está desapareciendo, lo que provocó que las ventas de modelos eléctricos cayeran 60% durante el primer cuarto del presente año. La nueva reglamentación pospone la reducción paulatina de los subsidios hasta que al menos 5.000 vehículos eléctricos se vendan en el periodo de 2016 a 2018.
Sin embargo, el plan original de cancelar por completo los subsidios hasta 2020 se cambió para 2019 sin importar la cantidad de autos eléctricos vendidos hasta esa fecha.