Estos días la selva amazónica, hogar de tres millones de especies naturales y animales que proporciona el 20% del oxígeno del planeta, está ardiendo en tiempo récord. Desde el jueves de la semana pasada se han detectado 9.500 incendios forestales, según informó el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales brasileño (INPE). Este organismo ha registrado en 2019 un aumento de los fuegos del 85% con respecto al año pasado.
Para el ministro brasileño de Medio Ambiente, Ricardo Salles-quien considera el calentamiento global como algo «secundario»-, «el tiempo seco, el viento y el calor hicieron que los incendios aumentasen mucho en el país». Así lo dijo en Twitter. Sin embargo, tanto las ONG como académicos y científicos coinciden en que, dadas las dimensiones del fuego, la mano del hombre está detrás.
El presidente brasileño, sin embargo, responsabiliza a las ONG. No es la primera vez. Antes de destituir a comienzos de mes al director del INPE, el ingeniero Ricardo Magnus Osorio Galvao, después de que el organismo encargado de supervisar la deforestación de Brasil divulgara datos «que no coinciden con la verdad» -en palabras de Bolsonaro-, lo acusó de «estar al servicio de alguna ONG».
Fuente: El Mundo