Pobladores de la localidad de Pedro Alexandre, en el estado de Bahía, en el nordeste brasileño, debieron ser desalojados tras la rotura de una represa debido a las fuertes lluvias registradas en la región y las autoridades de Defensa Civil informaron que no tienen registros de víctimas o heridos.
La represa se encuentra en un río de la localidad de Pedro Alexandre, a 450 kilómetros de la capital regional Salvador, y su colapso inundó algunas zonas próximas, aunque por el momento no hay constancia de heridos o víctimas, informó la agencia EFE.
Según explicó el superintendente de la Defensa Civil de Bahía, Paulo Luz, en declaraciones a la agencia estatal EBC, el elevado volumen de agua provocó grietas en la represa de Quati, aunque el temor de los especialistas es que se produzca un colapso total de la estructura.
La alcaldía de Pedro Alexandre decretó emergencia en la localidad, la máxima autoridad del municipio vecino de Coronel Sá, Carlos Sobral, pidió a los vecinos de la ciudad que dejen sus casas ante el riesgo de eventuales inundaciones y habilitó diversas escuelas municipales para acoger los desalojados.
“La situación es atípica, nunca ocurrió con esa represa y no sabemos las consecuencias”, afirmó el alcalde en la red social Instagram.
El funcionario pidió “encarecidamente a las personas que viven en zonas de riesgo que salgan de sus casas, tomen sus documentos personales, objetos de valor y electrodomésticos”.
La rotura de la represa volvió a encender las alertas en Brasil, un país que todavía se recupera de las tragedias dejadas por la rotura de dos diques mineros en el Estado de Minas Gerais entre 2017 y 2019.
El pasado enero una represa de la minera Vale, situada en la localidad de Brumadinho, dejó un rastro de destrucción y provocó la muerte de 247 personas y otras 23 desaparecidas, tan solo dos años después de un desastre similar ocurrido en la vecina localidad de Mariana.
En ambos casos las roturas se provocaron en diques mineros, lo que llevó a las autoridades brasileñas a revisar diversos proyectos en Brasil para evitar nuevos accidentes.