Por Marcelo Corti – Director Ejecutivo del Centro de Desarrollo Sustentable GEO – UBA
Una falla ocurrió el pasado viernes 10 de diciembre a las 11.45 de la mañana en un yacimiento petrolífero de la empresa Oldelval en Medanito, a 30 km de la ciudad de Catriel, provincia de Río Negro. La falla provocó que un caño de 16 pulgadas que contenía petróleo se rompiera, y con ello, se derramaran litros de petróleo en crudo. Al detectar la falta de presión, factor clave para reconocer la pérdida, se decidió cerrar la válvula de corte para no perder más producto.
Afortunadamente, ningún curso de agua se vio afectado con este accidente. De forma preventiva, aislaron el sitio para evitar el paso de animales, que podrían envenenarse con este líquido. El petróleo en crudo ya fue recolectado del lugar, y se han comenzado con los trabajos de limpieza del suelo y la vegetación. Con este proceso, se tuvo que realizar una extracción de la tierra contaminada, generando el arrastre de parte de la flora autóctona del lugar, por lo cual la provincia exigirá a la empresa un plan de reforestación de la zona afectada.
Este tipo de accidentes, generalmente, se originan por fallas materiales, principalmente, la corrosión del caño por donde circula el petróleo. La pared del caño va perdiendo espesor por la corrosión y, al no soportar la presión interna que tiene por el bombeo, se termina fracturando. Para prevenir este tipo de fallas las empresas suelen realizan inspecciones internas de ductos. Estas inspecciones se realizan con unas herramientas especiales, conocidas en el sector como ‘chanchos inteligentes’.
En el caso del yacimiento de Medanito, tenían previsto realizar una auditoría de 2166 kilómetros en el transcurso del año 2021, pero sólo se han inspeccionado 893 kilómetros, es decir, que finalizando el año 2021, aún restaba un 60% de la inspección.
La zona de Medanito es la principal en cuanto a producción de Río Negro y, además, el accidente ocurrió en una parte donde el sistema ya tiene petróleo que se inyecta desde los yacimientos neuquinos, incluyendo los de Vaca Muerta.
En conjunto con esto, el Ministerio de Ambiente está evaluando cuál es la capacidad del daño que se produjo con este accidente, ya que es considerado el accidente ambiental más grave en los últimos 10 años en la cuenca neuquina. Además, el Ministerio le exige a la empresa responsable del desastre la presentación del seguro de caución ambiental. Sergio Federovsky, Secretario de Control y Monitoreo Ambiental dijo que es “un seguro ambiental obligatorio que la empresa debe tener para poder aventar una situación de riesgo de estas características para proteger a las y los ciudadanos y al Estado de un desastre ambiental”, bajo el amparo del artículo 22 de la Ley General del Ambiente. También, desde este espacio, anunciaron que se iniciarán acciones legales en contra de la empresa petrolera, ya que no se puede subestimar el daño que se produjo.
Desde el Centro de Desarrollo Sustentable GEO, opinamos que “es clave comenzar a pensar las formas de producción de energía, y, sobre todo, plantear un modelo de abastecimiento energético con combustibles alternativos y energías más limpias y menos contaminantes como las renovables”.
Es importante que en este caso el seguro ambiental respalde esta catástrofe, y aún así, esto no libera de responsabilidad civil, social y ambiental a la empresa petrolera.
Además, agregamos que “este accidente es la prueba fehaciente de que existen riesgos, que seguir haciendo una y otra vez lo mismo sin pensar en modelos alternativos conduce a catástrofes ambientales. Debemos exigir como sociedad que haya información pública, que nos permita seguir el proceso. Lo que no puede pasar es que abunde el oscurantismo”.
Aunque este caso seguramente termine en manos de la Justicia, es el ambiente el que nunca puede cobrar revancha y termina perjudicado.