El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, rabino Sergio Bergman, reafirmó el compromiso del Gobierno Nacional con el avance del Plan de Acción Nacional que busca alcanzar la neutralidad en la degradación de las tierras. Así lo aseguró durante un encuentro nacional para tratar la problemática de los suelos, del que participaron representantes de diferentes ministerios de la Nación, organismos provinciales y organizaciones de la sociedad civil.
“La tierra es un valor que no tiene precio. No podemos tomar este recurso sin pensar cómo vamos a devolver su fertilidad, su vitalidad, su productividad y su respeto. Respetar la tierra es respetar todo lo que vive en ella”, dijo el ministro durante la apertura del taller realizado en un hotel del centro porteño.
También habló de la importancia de trabajar con una mirada que se base en los valores y que respete al planeta como la casa en la que todos habitamos: “Todos somos guardianes y protectores de esta Tierra; debemos ocuparnos de regular para garantizar su cuidado y remediación”.
El cuidado del suelo es una tarea fundamental para nuestro país, ya que la Argentina es el país de América latina con mayor superficie de tierras secas y áridas, que representan el 70 % del territorio nacional. Entre las causas que generan esta situación se encuentran el manejo ganadero, agrícola y forestal no sustentable, el incorrecto uso del agua, la deforestación y el desmonte, y factores como el cambio climático y los eventos meteorológicos extremos. La neutralidad de tierra es una de las metas planteada en la Agenda 2030 y en la COP12.
Durante el taller se lanzó el Proyecto establecimiento de metas voluntarias para alcanzar la degradación neutral de las tierras, donde se dieron a conocer las propuestas de trabajo a las autoridades de instituciones nacionales públicas y privadas y de la sociedad civil.
Previo al presente encuentro de alcance nacional, los días 20 y 21 se celebró también en Buenos Aires el Taller de lanzamiento a escala regional del mencionado Proyecto. A partir de los talleres celebrados con el mismo objetivo en el resto del mundo, más de 70 países iniciarán un proceso simultáneo para el establecimiento voluntario de metas nacionales de degradación neutral.
Para eso, nuestro país ejecutará un proyecto piloto con apoyo de la ONU mediante el cual se establecerá la línea de base y las potencialidades de las instituciones nacionales para responder a los tres indicadores sugeridos para alcanzar la neutralidad de la degradación de la tierra: el stock de carbono orgánico en suelo, la productividad de la tierra y los cambios en la cobertura de la tierra.
La desertificación forma parte de una de las problemáticas que la Asamblea General de la ONU adoptó en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que plantea 17 Objetivos con 169 metas económicas, sociales y ambientales. En relación al ecosistema terrestre, se aprobó la meta 15.3 en relación a “la lucha contra la desertificación, la rehabilitación las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y procurar lograr un mundo con una degradación natural del suelo”.
Dicha meta fue avalada por los 195 países miembros de la Conferencia de las Partes de la ONU durante la COP 12 celebrada en Ankara en 2015. Allí se acordó que las naciones desarrollen líneas de base para establecer futuros compromisos voluntarios de neutralidad de la degradación de la tierra (LDN) dentro de sus Programas de Acción Nacionales.