Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) firmó un acuerdo con el equipo técnico y docente de la Maestría en Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible de las Facultades de Ciencias Económicas y Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo, Mendoza) para el desarrollo de la Guía de Autoevaluación Sostenibilidad Vitivinícola Argentina. Este trabajo obtuvo el reconocimiento de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) y surgió en el marco de la actualización del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) al 2030, en el cual se establece la sostenibilidad como uno de los principales ejes a trabajar.
“Al recibir la Guía acordada en el seno de la COVIAR, me apresuro a felicitarle por que su país es el primero en comunicarnos la aplicación de los principios recogidos en la reciente Resolución OIV-VITI 641-2020”, dijo por nota el presidente de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, Pau Roca, quien agregó: “En el caso de Argentina ha sido una organización interprofesional (COVIAR) la que ha tomado la iniciativa al servicio de sus componentes, lo cual constituye un ejemplo a seguir por el resto de los países de la OIV”.
Los cinco principios generales de sostenibilidad que promueve la OIV y que sigue la Guía de Autoevaluación de la Sostenibilidad de la Vitivinicultura Argentina son:
- Un enfoque sostenible que integra los aspectos ambientales, sociales y económicos.
- La vitivinicultura sostenible respeta el ambiente.
- La vitivinicultura sostenible es sensible a los aspectos sociales y culturales.
- La vitivinicultura sostenible pretende mantener la viabilidad económica.
- Las iniciativas sostenibles requieren de una planificación y una evaluación.
“Ante gestiones realizadas personalmente a la OIV por un pedido de colaboración que me realizó el presidente de la COVIAR, José Zuccardi, se logró ser el primer país en aplicar y elaborar la “Guía de Autoevaluación de la Sostenibilidad Vitivinícola”, indicó Martín Hinojosa, presidente el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), ente que es el representante por Argentina ante la OIV.
“Esto se logró gracias al trabajo conjunto y articulado de profesionales interdisciplinarios de COVIAR y la Universidad Nacional de Cuyo, lo cual constituye un ejemplo para toda la industria nacional e internacional”, destacó Hinojosa.
De esta manera, con el foco puesto en la integralidad y la accesibilidad para facilitar su aplicación a todo tipo de organización vitivinícola, especialmente a las más pequeñas; y comprendiendo la importancia de este eje no solo desde su perspectiva ambiental, sino también social y económica, COVIAR encomendó a técnicos y especialistas de la Maestría en Responsabilidad Social y Desarrollo Sostenible de la UNCuyo la elaboración de una Guía que toma en cuenta las condiciones técnicas, éticas y culturales de las actividades vitivinícolas en el contexto argentino, con sus impactos sociales y ambientales. Y contiene una serie de indicadores para cada tipo y tamaño de organización que se vinculan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU; y también se basó en los cinco principios generales plasmados en la “Guía de la OIV de aplicación de los principios de la vitivinicultura sostenible”, un documento internacional que funciona como estándar para aquellas organizaciones del sector que deseen promover y aplicar los principios generales de sostenibilidad.
“Este es un trabajo muy interesante porque el objetivo es instalar estos temas de sostenibilidad no sólo en lo ambiental sino también en lo social y lo económico dentro del sector vitivinícola. Hoy cualquiera de los actores puede autoevaluarse, desde un productor de uvas chico, mediano o grande a una bodega pequeña, pasando por un establecimiento que elabora vinos a granel o hace jugo concentrado de uva. El abanico es grande, porque los distintos actores de la cadena en sus distintos tamaños pueden autoevaluarse con esta Guía totalmente gratuita y de muy fácil acceso”, destacó José Alberto Zuccardi, presidente de COVIAR. Y agregó: “este es un muy buen comienzo para instalar la sostenibilidad que surgió como un eje estratégico muy fuerte en la actualización del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) al 2030”.
La Guía también se organizó siguiendo el Protocolo de Sostenibilidad Vitivinícola Cooperativo, desarrollado por ACOVI (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas), incorporando algunos temas y el uso de indicadores accesibles, con tres niveles de evolución para cada uno, según los avances de cada organización, y abrió el horizonte posible de actividades que puedan aplicar esta Guía y se trabajó en una caracterización propia de la Argentina sobre el tamaño de las empresas o unidad productiva factible de aplicarla.