La nueva central de energía geotérmica de Cerro Pabellón, perteneciente a la multinacional Enel Green Power y la Empresa Nacional de Energía (Enap), inyectó su primer kilowatt al Sistema Interconectado del Norte Grande (SING), desde Pampa Apacheta, Región de Antofagasta. La instalación, con una potencia de 24 megawatts (la mitad de su potencia total), es la primera de su tipo en Sudamérica.
La energía geotérmica está clasificada como una de las llamadas “energías renovables no convencionales” (ERNC), sigla que también agrupa a la energía solar, eólica, mareomotriz y pequeñas centrales hidráulicas. Todas contaminan menos que las fuentes convencionales. Dado que son cada vez más competitivas, en tres años se ha multiplicado por dos su presencia y desarrollo en Chile.
“Cuando partió el gobierno de la presidenta Bachelet, en marzo de 2014, solo contábamos con 7% de ERNC en la matriz. Hoy, hemos duplicado la cifra, alcanzando el 17% (incluyendo centrales de prueba)”, detalló Andrés Rebolledo, ministro de Energía chileno.