A partir del mes próximo, la Generalitat de Cataluña prohibirá la distribución de bolsas de plástico de forma gratuita en los comercios, con el objetivo de reducir su uso, que actualmente es de 27 millones por semana.
A la espera de que se apruebe esta normativa, se logró reducir en un 52% el consumo de bolsas de plástico en Cataluña, donde el objetivo de cara al año 2020 es rebajar su uso en 90%, detalló el adjunto a dirección de la Agencia Catalana de Residuos, Francesc Giró i Fontanals, en diálogo con la agencia EFE.
En este sentido, el llamado “pacto por la bolsa” fue firmado por productores, distribuidores, consumidores y administraciones, y provocó que muchos establecimientos, voluntariamente, ya no distribuyan bolsas de plástico en forma gratuita y hagan pagar al cliente el costo de cada una. Otros, como la cadena de supermercados catalán Bon Preu, devuelve en efectivo a sus clientes dos céntimos de euro por cada bolsa de plástico que evite agarrar.
Otro de los derroches que se están intentando controlar en Cataluña es el de los alimentos. En dicho lugar, cada persona tira una media 34,9 kilos de comida al año, que mayoritariamente proviene de los hogares, apuntó Giró i Fontanals, quien subrayó que esto supone 112 euros anuales por habitante.
Frente a esta mala praxis, la Agencia Catalana de Residuos ofrece en su web www.somgentdeprofit.cat×http://www.somgentdeprofit.cat× consejos y recetas para aprovechar comida sobrante con el fin de concienciar a la población, a la que recomienda pensar antes de comprar, cocinar y comer.
La meta es reducir el derroche alimentario en un 50% de cara al año 2020 en comparación con el año 2010 en los sectores doméstico, comercio minorista, hostelería y restauración. Asimismo, la institución catalana se propuso establecer, antes de finales de 2018, objetivos de reducción de desperdicio alimentario para los sectores primarios de alimentos y agrícolas, incluyendo la distribución al por mayor.