Si bien la actividad se encuentra casi plenamente concentrada en Catamarca, Jujuy y Salta, hay proyectos en marcha en La Rioja, Formosa, San Luis y San Juan, estudios promisorios en Río Negro, Neuquén y Chubut, e inclusive perspectivas de dar con reservas comerciales del mineral en la provincia de Buenos Aires.
Ilusión bonaerense
En función de evaluaciones preliminares efectuadas por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y la Universidad Nacional del Sur (UNS), el Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) decidió analizar la geología de la provincia de Buenos Aires para determinar la existencia de litio y tierras raras, dos recursos minerales cada vez más requeridos en todo el planeta.
Las presunciones de la UNLP y la UNS se basan en la exploración de depósitos de arcos volcánicos antiguos. Potenciales fuentes de litio, estos depósitos pegmatíticos son característicos de la historia geológica de Buenos Aires. Inicialmente, el Segemar tiene el foco puesto en diversas áreas de la provincia, incluyendo el sistema de Tandilia, el sur y el sudoeste.
Todavía es muy pronto para anticipar que efectivamente se hallarán existencias comercialmente explotables. No obstante, de identificarse áreas con anomalías que puedan dar indicios sobre la presencia de litio o tierras raras, los siguientes pasos contemplarán la ejecución de pozos de exploración, la extracción de material y el análisis de su composición química.
Realidad salteña
Está a punto de entrar en marcha la cuarta planta de producción de litio del país. Anunciada por Eramine Sudamérica, la instalación tiene lugar en Salta, provincia que concentra buena parte de las labores de desarrollo litífero a escala nacional. Como es sabido, los otros dos distritos del Noroeste Argentino (NOA) que hegemonizan este negocio son Catamarca y Chubut, con varias iniciativas en operación o en estado de exploración avanzada.
Las citadas tres provincias son la referencia local del denominado ‘Triángulo del Litio’, la zona con más reservas del planeta, compartida por la Argentina, Bolivia y Chile. Más allá de las amplias facilidades geológicas para detectar y extraer el recurso en esta zona, hay otros puntos del país que también se ilusionan con la posibilidad latente de desarrollarlo a nivel comercial.
En las últimas semanas se dio a conocer el caso de Green Shift Commodities, compañía canadiense que compró a su compatriota LFP Resources, titular de campos por 300.000 hectáreas (Has) en Chubut, Neuquén y Río Negro, donde hay labores exploratorias programadas.
La empresa compradora se quedó con la totalidad de las acciones en circulación de LFP a cambio de un pago inicial de 75.000 dólares y la emisión de 17.500.000 acciones ordinarias. Según lo previsto, Green Shift quedó habilitada para adquirir otras 200.000 Has en las provincias mencionadas. Así, tendrá la posibilidad de sellar dos acuerdos de opción separados por un total de u$s 50.000 dólares (u$s 25.000 cada contrato).
Denominado ‘Proyecto Río Negro’, el plan integral de Green Shift implicará la movilización de equipos al territorio rionegrino, más específicamente al municipio de Comallo, para embarcarse en una primera etapa de exploraciones que durará alrededor de tres meses. Aparte de instrumentar tareas de prospección, la firma realizará muestreos de roca por esquirla y excavaciones de zanjas en los puntos de mayor prioridad. “Nos valdremos del uso de una espectroscopia de descomposición inducida por láser para tener una estimación en tiempo real del grado de litio detectable. Los ensayos oficiales en laboratorios independientes demandarán unas seis semanas”, anticipó Trumbull Fisher, CEO de Green Shift Commodities.
En caso de prosperar las exploraciones, explicó el directivo, las labores de extracción no serán similares a las que suelen llevarse a cabo en Catamarca, Jujuy o Salta, donde el litio aflora superficialmente en salares. “Requerirán perforaciones de roca dura, proceso que resulta más costoso”, admitió.
Recurso estratégico
En 2022, La Rioja fue la primera provincia argentina en declarar al litio como “recurso natural estratégico”. En ese marco se creó la empresa Kallpa Sapem, que busca poner en valor las salinas de El Leoncito, en el departamento Lamadrid, a unos 3.600 metros sobre el nivel del mar.
Formosa, por su parte, avanza con la instalación de una planta piloto de producción de carbonato de litio con miras a explotar las riquezas detectadas en el oeste provincial. Los hallazgos de la firma Recursos y Energía Formosa (REFSA) tuvieron lugar en aguas de formación de tres yacimientos petrolíferos: Palmar Largo, Surubí y El Chivil.
En San Luis, que hace casi un siglo fue sede de descubrimientos de pegmatitas portadoras de minerales litíferos como el berilo y el espodumeno, hoy se confía en aprovechar el Valle del Conlara, un área cuyo potencial fue estudiado durante décadas y que ahora alberga proyectos exploratorios de capitales australianos. Mientras que Latin Resources es titular de La Estanzuela, bloque localizado en las sierras de Tilisarao, y El Portezuelo, en el departamento de Chacabuco, Dark Horse Resources quiere producir hidróxido de litio de alto grado en la mina Las Cuevas.
No menos interesante es el panorama litífero que ofrece el norte de San Juan, donde Origen Resources adquirió casi 27.000 Has en Los Sapitos. La zona, que forma parte de un corredor tectónico inexplorado, cuenta con salares, fuentes termales y géiseres similares a los hallados en las provincias del NOA. “Estamos entusiasmados de tener personal en el terreno para comenzar a desbloquear el potencial de esta región en el corto plazo”, anticipó Blake Morgan, presidente de Origen.