Los primeros diez autobuses eléctricos comenzaron a circular por las calles de Beijing. Tienen una longitud de 18 metros y pintados de rojo, están alimentados por baterías que pueden cargarse en sólo 15 minutos y permiten recorrer hasta 130 kilómetros con una sola carga, precisó la autoridad local de transporte.
Beijing es considerada una de las capitales más contaminadas del mundo, principalmente a causa del esmog que, sobre todo en los meses más fríos, envuelve la urbe.
El tránsito, las centrales térmicas y los sistemas de calefacción por carbón son algunos de los principales causantes de esa polución, algo que Beijing intenta combatir con limitaciones a la circulación de vehículos y sustitución paulatina del carbón por el gas natural como fuente energética.