El sector de las energías renovables está en constante movimiento y es por eso que Futuro Sustentable conversó con Marcelo Álvarez, presidente de la Cámara Argentina de las Energías Renovables (CADER), quien contó cómo está actualmente el mercado.
Futuro Sustentable: – Hay una nueva resolución respecto de las energías distribuidas, ¿de qué se trata?
Marcelo Álvarez: – La ley de Generación Distribuida tiene un año y ya fue reglamentada con resoluciones que especifican cómo tienen que ser los trámites. Posibilita que los usuarios de redes de distribución a nivel nacional puedan generar su propia energía para autoconsumo y vender el excedente a la red. El incentivo es a la descentralización. No es un cambio técnico, es un cambio de paradigma, un cambio cultural que hace que el ciudadano deje de ser pasivo, genere su propia energía, racionalice su demanda. Con la evolución de los años, iremos hacia una red inteligente donde el usuario almacenará, tomará y generará energía en función de la banda horaria del día y del tipo de hábitos que tenga. El registro abierto para convertirse en prosumidor está abierto, y se hace mediante la web de la AFIP.
FS: – ¿Cuáles son los incentivos?
MA: – Principalmente, estimular al usuario en términos económicos. Para los residenciales, darles financiamiento barato, es decir, en pesos a tasas negativas respecto de la inflación. Y a los usuarios comerciales industriales, darles créditos fiscales, lo que significa dinero a cuenta de impuestos, que pueden usar para pagarlos. Esto funciona muchísimo para pymes. Hay un límite de un millón de pesos para industrias.
FS: – ¿Ya existe un prosumidor?
MA: – Sí, y más de uno. El más famoso es el del barrio de Belgrano R, que fue muy difundido por ser el primero; pero también los hay en las provincias de Santa Fe, Mendoza, Salta. Ellos tienen una ley provincial, muy distinta de la federal.
FS: – ¿Qué falta para terminar de arrancar en el mercado de renovables?
MA: – Es externo al mercado. El marco regulatorio está; los jugadores desarrollados interna y externamente, están. La vulnerabilidad macroeconómica de la Argentina hace que la previsión sea difícil.