La Brigada de Control Ambiental (BCA) del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible logró obtener una orden de allanamiento para inspeccionar el área en la que cientos de ejemplares de pingüinos de Magallanes murieron y sus nidos resultaron aplastados, pese a la resistencia del dueño del campo, quien negó la entrada al cuerpo de inspectores nacionales.
Allí corroboraron la afectación del ambiente, la colonia de aves y la flora autóctona producto de la construcción de un camino. Las acciones se dan en el marco de la presentación judicial por parte del ministerio que conduce Juan Cabandié para que se investigue el hecho.
El operativo de la BCA fue encabezado por el director de Inspecciones de la cartera ambiental, Alejandro Mackielo. Tras el allanamiento, se constató que la traza realizada con una topadora se concretó sin la previa elaboración del estudio de impacto ambiental.
Respecto a lo ocurrido, Cabandié calificó el caso de “aberrante”, y añadió: “Tenemos una grave preocupación frente a este hecho. Desde ayer nuestra Brigada de Control Ambiental se puso a disposición de la fiscalía y de la jueza y están trabajando en forma conjunta. Al mismo tiempo hicimos una denuncia penal basada en la ley nacional de protección animal que establece que los ciudadanos tenemos que proteger no solo la fauna sino también sus crías”.
A su vez, el ministro adelantó que trabajan “para presentar el año próximo un proyecto de ley que regule el bienestar animal”, un tema que “preocupa a muchos ciudadanos”. En este sentido, agregó: “Nosotros somos el área competente para generar estas normas, será el Congreso el que las tenga que sancionar”.
Para finalizar, Cabandié subrayó: “Los seres humanos tenemos que dejar de sentirnos superiores a los animales y tener una posición dominante sobre ellos”.