El presidente de la Nación Alberto Fernández, acompañado del ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, dio inicio esta mañana a la capacitación para máximas autoridades del Gabinete nacional establecida por la Ley n.° 27592, conocida como Ley Yolanda. La norma busca garantizar la formación integral en ambiente, con perspectiva de desarrollo sostenible y especial énfasis en cambio climático, para quienes se desempeñan dentro de la función pública en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación.
Durante la presentación, que se desarrolló en la Cúpula del Centro Cultural Kirchner, el presidente Alberto Fernández expresó: “Este no es un problema que puede venir, el problema ya está. El problema no puede esperar al mañana, el problema es hoy y debemos resolverlo con seriedad, no solo hablando”.
“Estamos cumpliendo con una Ley que impone la obligación de que los funcionarios públicos escuchen información sobre el alcance del cambio climático y las consecuencias que puede aparejar”, expresó el presidente y aseguró que la normativa “es muy valiosa para que afrontemos estos debates y tomemos conciencia de lo que el mundo vive”, afirmó el jefe de Estado.
A su turno, el ministro Cabandié afirmó: “La Ley Yolanda es un hito ambiental” porque “habla del presente y del futuro” y reconoció la sintonía de esta norma con la de educación ambiental, al señalar que “son dos leyes que se relacionan, que están muy vinculadas”. También aseguró: “La Ley Yolanda nos permite formar sujetos críticos” y expresó que sus temáticas “fueron consensuadas en el marco de una construcción colectiva”. “El objetivo principal es la conformación de ciudadanos que podamos incorporar saberes vinculados a plasmar las tensiones que existen y las decisiones que tenemos que tomar como integrantes de la arena pública”.
Sobre el legado de Yolanda Ortiz, Cabandié resaltó que fue “la primera autoridad ambiental y, además, una mujer. La primera autoridad ambiental de Latinoamérica en el Estado”. Asimismo, recordó la carta de Perón a los pueblos del mundo de 1972, sobre la que dijo que “muestra el poder de anticipación de la Argentina” porque se adelantaba “a los aconteceres vinculados al cambio climático y al ambientalismo —como se refería en ese momento— y lo que podía producir en el marco de la habitabilidad de los hombres y mujeres y la biodiversidad en el planeta”.
Finalmente, el ministro de Ambiente subrayó: “Cuando pensamos en estos aspectos, no podemos dejar de poner sobre la mesa, ni soslayar, esta necesidad que tenemos de actuar. No significa que la agenda ambiental sea contraria a la agenda productiva, pero sí necesitamos encontrar síntesis”.