Hasta el momento no existían datos sobre qué hacen los consumidores y los locales gastronómicos con el descarte del aceite que usan para freír. A partir de la investigación realizada por la empresa de logística y saneamiento de la industria aceitera, DH-SH, emplazada en Capitán Bermúdez, Santa Fe, y la Facultad de Agronomía de la UBA, se sabe que entre pequeños y grandes generadores, se desechan al año poco más de 100 millones de litros de aceite vegetal usado. Los mayores responsables de esta mala gestión, son los generadores domiciliarios, es decir cualquiera que en su casa utiliza el aceite para freír papas fritas, milanesas o buñuelos: Más de la mitad de los argentinos que cocinan fritos, no separan este residuo.
Estos datos fueron arrojados por la investigación que fue presentada el pasado 2 de junio, en la Cámara de Comercio de San Lorenzo, Santa Fe, con la presencia de más de 20 municipios y comunas de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. Abrió la jornada el gerente de DH-SH, Jorge Finardi, y se inició el primer módulo de expositores con María Semmartin (Ingeniera Agrónoma e investigadora de FAUBA), Nadia Mazzeo (Lic. en Cs. Ambientales, capacitadora ambiental de Mandala Consultora), Fernando Vilella (Ing. Agr. Profesor y Director del Programa Bioeconomía de FAUBA), y la Ingeniera Ambiental Antonella Druetta y Claudio Mior, responsables de Ambiente y del Área Uco de DH-SH respectivamente.
La temática del encuentro rondó entre datos estadísticos sobre la gestión del aceite vegetal usado en Argentina, así como líneas potenciales de trabajo para seguir formando parte de la solución de esta problemática. De los 20 litros que se consumen en los hogares para alimentación, se genera un residuo de 2.6 litros de aceite vegetal usado, por persona, por año. Son 122 millones de litros por año que se generan en el ámbito de los hogares, de los cuales 95 millones no se gestionan correctamente. La buena noticia es que un 73% de los encuestados presentó una alta motivación a la separación si se le facilitara el proceso y/o tuviera acceso a más información sobre cómo hacerlo. A esos 95 millones que terminan en basurales, en la tierra y, sobre todo, contaminando nuestros recursos hídricos, se le suman unos 8 millones que descartan los grandes generadores, es decir locales gastronómicos, deliverys, comedores, que no gestionan correctamente este residuo.
En el segundo bloque de la jornada los oradores fueron Diego Wassner (Ing. Agr. e investigador de FAUBA), Sofía Galnares (subsecretaria de Participación Ciudadana y Cooperación Internacional de Venado Tuerto) junto a Dardo Catramado (Director de Ambiente de Venado Tuerto), Rodrigo Aguirre (Coordinador de Ambiente Sustentable de Villaguay) y Marcelo Gallini (subsecretario de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente de la provincia de Santa Fe). Reciclar Venado y Villaguay Recicla expusieron como casos de éxito de localidades comprometidas con la gestión de sus residuos y la revalorización del aceite vegetal usado como biocombustible de segunda generación. En este sentido, fue destacado el ciclo de charlas del programa de educación ambiental de DH-SH como de interés cultural en Villaguay que a partir de ahora otorgará puntaje docente.
Durante todo el encuentro, se destacó la educación ambiental como pata fundamental para generar un real cambio hacia la sostenibilidad. “La construcción de la agenda ambiental, tiene que ser desde la percepción de los problemas ambientales que tiene la gente en lo local. Debemos empoderar territorialmente los gobiernos locales y acompañar sus procesos. La educación ambiental es clave y debe ser intercultural, intergeneracional y tener perspectiva de géneros”, aseguró Marcelo Gallini.
Reciclá tu Aceite es la campaña de DH-SH que nació en 2017 y ya lleva recolectadas 8 mil toneladas de aceite vegetal usado que se convirtieron en biodiesel de segunda generación. La campaña tiene presencia en 150 localidades de 14 provincias y ya llegó con sus charlas sobre el ciclo de vida del aceite a más de 1200 alumnos en todo el país. En el cierre Antonella Druetta, responsable de Ambiente de la empresa concluyó: “El futuro está en nuestras manos, tenemos la posibilidad y la responsabilidad de hacernos cargo. Todos, en mayor o menor medida, disponemos de herramientas: capacidad de hacer y/o de pensar, recursos económicos, materiales, tiempo: la clave está en cómo los empleamos, en cuán críticos somos con nuestras actitudes y acciones. ¡Es hora de despertarnos e involucrarnos!”.